Con el propósito de debatir y aportar estrategias que conlleven a mejor el modelo de justicia en Colombia, la Procuraduría General de la Nación llevó a cabo este miércoles, en las instalaciones de Corpoguajira, el foro ‘Voz por la Justicia’, en el que el procurador regional de La Guajira William Millán Monsalve invitó a reflexionar sobre la educación como eje esencial del cambio y la transformación social.
El Procurador en medio de su intervención hizo mención de las deficiencias que actualmente presentan los procesos jurídicos del Departamento. “Existe un engranaje dentro de la Rama que no funciona. A esto se le suma que la medicina legal no está dotada con herramientas suficientes para resolver casos en la mayor brevedad, con llevándolos muchas veces a la impunidad”.
En este sentido, hizo un llamado al compromiso de repensar qué clase de justicia se necesita y así, implementar las reformas que se requieren para transformar y construirla región en que los guajiros merecen vivir.
Además, invitó a analizar más allá de los hechos delictivos y ahondar en la raíz de la problemática. “En ocasiones nos vamos por las ramas y olvidamos empezar por la educación, es decir, por formar mejores seres humanos, honestos y respetuosos ante las autoridades”.
Durante el foro se desarrolló un cuestionario sobre los valores esenciales para administrar la justicia, sugerencias para fortalecer los procesos de justicia en Colombia y recomendaciones para fortalecer el acceso a la justicia para la ciudadanía, mediante el cual los asistentes aportaron conceptos y debatieron estrategias para mejorar el sistema judicial.
Entre las reflexiones y conclusiones expuestas se concretó que no basta con aplicar la justicia en los juzgados o tribunales, ya que justicia, también es brindara la población la satisfacción de las necesidades mínimas.
Asimismo, que no solo basta con una reforma a la justicia o constitucional, sino que se requiere de cumplir y respetar las normas, para que todo funcione en orden, lo que se logra con educación y cambio cultural.
Finalmente, se concluyó que Colombia requiere de jueces equitativos, justos y honestos, ya que al dar un fallo están definiendo el futuro no solo de una persona, sino muchas veces, de toda una familia u organización.