Cansados de promesas incumplidas y sin una respuesta clara por parte de las autoridades, padres de familia y estudiantes de los caseríos cercanos a la bocatoma del río Tapia decidieron actuar por su cuenta. Como forma de protesta, cerraron las válvulas que abastecen la planta de tratamiento de agua que surte al acueducto de Riohacha, exigiendo que se garantice el transporte escolar hasta el último día de clases del año 2025.
Hasta el lugar se desplazaron representantes de la alcaldía de Riohacha y de la empresa Aqualia, responsable del servicio de agua en la ciudad. Entre ellos estaba el secretario de Gobierno, Wilson Rojas, quien intentó dialogar con los manifestantes. Sin embargo, tras varias horas de conversación, no se llegó a ningún acuerdo y el bloqueo continúa.
Las consecuencias no tardaron en sentirse: este viernes más de 350 mil personas amanecieron sin agua en sus casas. Solo quienes contaban con reservas en albercas o tanques lograron sobrellevar la situación. Desde la madrugada, la planta de tratamiento quedó sin suministro y la presión acumulada en las tuberías podría generar daños graves en la red de distribución.
Los manifestantes han sido claros: no levantarán el bloqueo hasta que exista un compromiso firmado que garantice el transporte escolar para sus hijos durante todo el calendario académico. Además, advirtieron que, si no hay una solución concreta, se podrían presentar nuevos bloqueos, esta vez en las vías principales de la zona rural, lo que agravaría aún más la situación en todo el distrito.