Áreas de minería, fueron convertidas en santuario de bosque seco tropical en La Guajira

Península
Tamaño Letra
  • Smaller Small Medium Big Bigger


Esta zona de protección ambiental fue restaurada después de pertenecer y favorecer a la extracción de material minero.

“Desde que me encontré frente a frente con un jaguar, mi vida cambió. Mi primer encuentro con el felino más grande de América fue impactante: yo iba en una expedición caminando cerca de un río, cuando de repente al otro lado de la orilla, lo pude observar mientras tomaba agua y me clavó su mirada fijamente”. La anterior fue la experiencia de Carlos Castaño, director de la Fundación Herencia Ambiental Caribe, quien hace más de 30 años tuvo su primero de tres encuentros cercanos con el jaguar.”

Desde hace más de 30 años, Cerrejón viene trabajando en la conformación de un corredor biológico de más de 25.000 hectáreas entre la Sierra Nevada de Santa Marta y la Serranía del Perijá, que comprende áreas internas y aledañas a la Mina, donde se han identificado que transitan más de 10 jaguares, 15 pumas, más de 30 ocelotes y cerca de otras 35 especies de mamíferos.

La identificación de estas especies, que transitan libremente por el corredor y que se han visto interactuando en el mismo territorio de caza, ratifican el buen estado de conservación de los bosques que conforman el corredor. “Los jaguares son felinos que transitan de un lugar a otro de forma libre, cumpliendo un rol fundamental en la regulación y conservación de los ecosistemas. Por lo cual, el corredor de biodiversidad que viene fortaleciendo Cerrejón, se ha convertido en un lugar de paso donde estos grandes felinos pueden encontrar refugio. Las áreas donde antes hacía minería y otras aledañas, hoy se han convertido en un santuario de bosque seco tropical”, manifestó Carlos.

Con programas de este tipo, Cerrejón contribuye principalmente al Objetivo de Desarrollo Sostenible 15: Vida de ecosistemas terrestres, el cual busca gestionar sosteniblemente los bosques, luchar contra la desertificación, detener y transformar la degradación de las tierras, así como contener la pérdida de biodiversidad, principalmente en ecosistemas amenazados como el bosque seco tropical.