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Jue, Mar

Políticas de vivienda que mejoran calidad de vida

Editorial
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El crecimiento del sector de la construcción y su muy favorable desempeño como impulsor del crecimiento de la economía y el empleo, demuestran que Colombia le apuesta al progreso y al mejoramiento de la calidad de vida.

Lo anterior se debe a las políticas de vivienda del Gobierno que ubican al sector como un referente mundial, por ser el país que más vivienda per cáp

ita vende en América Latina, dando a entender que país no es derrotista y no le está apostando a la catástrofe, sino que le apuesta  al progreso, a las oportunidades, a la calidad de vida y así se está viendo en el crecimiento en el sector de la vivienda, que ha sido el jalonador de esta transformación.

Las cifras del sector  de la construcción son muy favorables y además contribuyó al crecimiento de la economía de 17,6% en el segundo trimestre, el mayor para algún periodo similar en lo que va del siglo XXI, gracias a las políticas de vivienda ejecutadas por el gobierno del presidente Duque y del  Ministerio de Vivienda, Ciudad  y Territorio, a cargo desde el inicio de esta presidencia, del economista y administrador de empresas, el guajiro, Jonathan Malagón González, quien  trabajó intensamente en el tema y antes  de comenzar la pandemia, el sector empleaba a no más de 890.000 personas y hoy le da trabajo a un millón; además, se está iniciando la construcción de 5.800 viviendas rurales y  41% de los subsidios del Gobierno asignados para comprar vivienda fue aprovechado por jóvenes entre 18 y 28 años. En este mismo referente se han entregado más de 160.000 subsidios de vivienda durante la presente administración, se vendieron 205.000 viviendas el año pasado -un récord histórico- y este año se comercializarán 220.000 todo esto sostenido por  las tasas de interés hipotecarias que  son las más bajas en mucho tiempo.

Colombia hoy es el país de América Latina y el Caribe, que más viviendas está vendiendo per cápita, y quizás el único referente que alguien cita a nivel mundial que este vendiendo a un ritmo mayor que el de colombianos, como es, tal vez, Turquía y para mantener ese ritmo, se aplazarán por 12 meses los vencimientos de las licencias de construcción.

Recientemente la Cámara Colombiana de la Construcción, Camacol, elogió el liderazgo y compromiso del presidente Duque con la reactivación de la vivienda, reflejando en la recuperación del sector que es una realidad, pese al impacto de la pandemia. En el tercer año de Gobierno, Camacol reconoció el liderazgo, compromiso, apoyo permanente y profunda convicción sobre la importancia de la vivienda para el avance social del país, por parte del gobierno nacional, realidad basada en la construcción que ha dado reactivación económica al país y hoy se puede decir que la reacción positiva del sector es una realidad.

Además de los máximos históricos de ventas que mes tras mes se registra en el sistema de información, todos los indicadores describen un repunte muy favorable. En los últimos doce meses, las iniciaciones de nuevos proyectos crecieron 37%, y durante lo corrido de 2021, la cifra asciende a 59%. Entre abril de 2020 y la fecha, el empleo directo en el sector de la construcción ha crecido en un 69%, pasando 864.000 a 1.5 millones de colombianos trabajando en esta actividad y en la actividad inmobiliaria, en el mismo periodo, se aumentó el empleo en 87%, con cerca de 140.000 puestos de trabajo adicionales, gracias a la reactivación y la respuesta del gremio constructor.

Después de tres años del actual gobierno, más de 2.3 millones de colombianos disfrutan de una nueva vivienda formal, y se ha logrado cambiar la escala anual del mercado de vivienda nueva en el país en 40%; así mismo, la puesta en marcha de la estrategia de los 200.000 subsidios de vivienda, han permitido hacer, una vez más, de la vivienda, la base de la reactivación económica y del empleo de Colombia.

Ahora el gobierno debe seguir dándole empuje al Proyecto de Ley de Inversión Social que es la combinación de los tres propósitos de país y se refleja de manera integral y coherente en esta valiosa iniciativa de la reactivación, la inversión social y la sostenibilidad fiscal.

No hay motivos para dejar de construir, no hay motivos para frenar la reactivación, no hay motivos para dejar de seguir generando empleo, ni tampoco hay motivos para no creer en el avance social y la reactivación del país; por el contrario, lo que sí hay, son suficientes motivos para ser objetivamente optimistas.



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