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La sensación en Riohacha, una tienda de sexo y cosas íntimas

Entretenimiento
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Con timidez el hombre de aproximadamente 54 años preguntó… Señorita y esa cremita pa' que sirve? Con desparpajo la mujer paisa contestó, eso es un retardante, usted se la aplica en el glande y…

Perdón señorita respondió el hombre con más confianza me puede hablar criollo, es que yo no que se que es glande… ambos rieron y la mujer tras el mostrador empezó a explicarle en términos que el cliente quería escuchar para entender el efecto de la cremita que le había llamado la atención de aquella tienda que no sobrepasa los dos metros de frente y sobre la cual se exhibe un ligero y pequeño pendón que publica el nombre de la primera tienda de sexo que llega a Riohacha y a La Guajira en general.

Los que se atreven a entrar y a preguntar los invade el recelo, el pudor y la pena… muchos pasan con sus cabezas torcidas, a paso lento, tratando de captar con sus ojos lo que más puedan, para tener la verdadera motivación y entrar con personalidad.

Es que para entrar aquí uno tiene que tener personalidad y valentía, sostiene un joven de aproximadamente veinte años. El lugar es visitado por jóvenes, parejas, hombres solitarios y uniformados del Ejército y la Policía, quienes llegan solos y preguntando por cada cosa para llegar a sus casas con el obsequio y experimentar con su pareja.

A través de la puerta de vidrio se pueden ver maniquíes vestidos de conejitas, camareras y colegialas, al fondo una cantidad de empaque que contienen vibradores con diferentes formas, colores, tamaños y texturas, cremas retardantes, aceites calientes, anillos vibradores, en fin toda una variedad de productos que prometen convertirse en una nueva y excitante experiencia a la hora del encuentro sexual donde la pareja se convierte en el objeto del deseo.

La mayoría entra por curiosidad a preguntar por cada cosa, el efecto que produce y como se usa dice Luz Helena, propietaria del lugar, que con paciencia y su consabida tranquilidad y naturalidad explica para que sirve cada producto y como se aplica, generando carcajadas morbosas y nerviosas en sus oyentes.

Generalmente la curiosidad no va hasta la pregunta, también quieren tocar y las chicas más atrevidas piden que les enseñe los vibradores los cuales sostienen con cierta timidez y provocando comentarios como lo grotesco que pueden parecer en su presentación.

Los productos que más aceptación han tenido son la ropa intima (hilos dentales muy pequeños) en forma de flores, mariposas y corazones rebordados en lentejuelas para cubrir provocativamente la parte noble de la mujer, las cremas retardantes, las pastillitas que prometen elevar y sostener con fuerza lo que el paso de los años ha debilitado, la ropa intima comestible con sabor a chocolate y fresa, las cremitas estrechantes y multiorgasmicas para la mujer.

Mientras que lo que menos aceptación ha tenido son los vibradores, tal vez por la falta de costumbre afirma la propietaria pero en cambio los anillos vibradores se agotan apenas llegan.