El fallecimiento en 1991 del líder de la banda británica Queen, Freddie Mercury, por complicaciones asociadas al sida, no solo agrandó su leyenda, sino que cambió la forma en que el mundo enfrentaba aquella enfermedad.
Este 24 de noviembre de 2021 se cumplen 30 años del fallecimiento del artista, por una bronconeumonía asociada al VIH.
Su voz sigue viva, y junto a su recuerdo, los himnos como 'Bohemian Rapsody', 'Somebody to Love', ‘We will rock you’, ‘We are the champions’, ‘I want to break free’, entre otros.
La capacidad vocal de Mercury, su talento al tocar el piano, la composición y su puesta en escena hicieron de él uno de los músicos más admirados de la historia.
El cantante y compositor británico descubrió en 1987 que tenía VIH. "Mirad, probablemente ya sabéis lo que os voy a decir, sabéis qué padezco, pero no quiero hablar sobre eso... solo quiero hacer música hasta el jodido día en que me muera", así relata May en el documental 'Queen: Days of our lives' cómo Freddie les hizo conocedores de la dolencia que sufría.
Los rumores sobre su estado de salud circulaban cuando la enfermedad había alterado su aspecto físico, pero no se pronunció hasta poco antes de fallecer.
"Tras una enorme conjetura en la prensa, deseo confirmar que he tenido un resultado positivo en la prueba de VIH y que tengo sida. Creí correcto mantener esta información en privado para proteger la privacidad de quienes me rodean. Sin embargo, ha llegado el momento de que mis amigos y fans de todo el mundo sepan la verdad y espero que todos se unan a mí, a mis médicos y a los de todo el mundo en la lucha contra esta terrible enfermedad", rezaba el comunicado que hizo público.