La violencia contra la comunidad de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales se incrementó el año pasado en Colombia, cuando más de un centenar de personas de ese colectivo fueron asesinadas, según un informe presentado por una organización no gubernamental.
El documento "Cuerpos excluidos", elaborado por Colombia Diversa, señala que los 110 asesinatos registrados en la comunidad Lgtb convierten al 2015 como el año más mortífero desde 2012 para ese grupo.
Lo colombianos ante todo debemos saber que la tolerancia debe ser una práctica que obliga para poder vivir en comunidad, ya que todos somos seres humanos y no por el hecho de ser de un grupo político, religioso o sexual diferente al del resto de las gente, se debe amenazar la vida de un ser un humano y muchos menos terminarla.
Esta cifra coloca a Colombia como uno de los países más peligrosos para esta comunidad en América Latina, junto a Brasil, México y Honduras, según los expertos. Ahora cuando el país entero está pidiendo paz para poder salir adelante con los proyectos propuestos, no podemos seguir atentado contra la vida de los demás, por su orientación sexual; todo ser humano como tal debe ser respetado en su forma de llevar la vida, después que no atente contra la integridad de otra persona.
Lo más triste de esta situación es que no son hechos aislados, son crímenes por causa de prejuicios sociales ampliamente extendidos, lo cual debe ser una situación de analizar con profundidad para saber la verdadera razón de estos atentados contra la vida.
Además de los homicidios, el estudio detectó 91 casos de violencia policial y constantes amenazas y desplazamientos forzados contra esa población, situación que debe rechazar toda la sociedad, porque no hay motivo para sacar a las personas de su entorno familiar y comunitario, simplemente porque no están de acuerdo con su orientación sexual.
De ese centenar de muertos, 53 eran hombres gays --26 de ellos asesinados en su propio domicilio--; 33 eran personas transexuales --la mayoría fallecidas en espacios públicos y lugares de trabajo sexual--; 11 eran lesbianas y siete fueron identificados como bisexuales, detalla el estudio Colombia Diversa, la organización más importante en la materia en el país.
El estudio destaca que el 95% de estos crímenes quedan impunes, y que solo se ha condenado a los responsables de 15 de los 405 casos registrados en los últimos cuatro años; sin duda un indicativo de que hay que ahondar en lo motivos para que esto se haya presentado. Todo crimen, sea de quien fuera, debe ser estudiado, analizado y encontrar a los responsables de los mismos que deben recibir por igual el peso de la justicia.
En zonas de conflicto y con presencia de grupos armados ilegales, personas de ese colectivo también son perseguidos por su orientación sexual. El estudio cita panfletos en los que se las amenaza a estas personas por considerarlas indeseables o dañinas para la comunidad.