Con más de 214.000 muertes y 8,7 millones de casos, Brasil es el país con el segundo mayor número de decesos en el mundo por la covid-19 después de Estados Unidos.
Las primeras dosis de dicha vacuna llegaron a Brasil una semana después de lo previsto inicialmente por el Gobierno del presidente Jair Bolsonaro, uno de los líderes más negacionistas sobre la gravedad de la pandemia y quien ha llegado a poner en duda la eficacia de los antígenos.
Las vacunas
Fueron recibidas en el aeropuerto internacional de Sao Paulo por el canciller brasileño, Ernesto Araújo, y por el ministro de Salud, el general Eduardo Pazuello, en momentos en los que el país enfrenta una segunda ola de la crisis sanitaria.
Los inmunizantes serán revisados en la aduana del aeropuerto de Sao Paulo, desde donde serán trasladados esta misma noche en otro avión a Río de Janeiro, donde se encuentra la sede de la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), el principal centro de investigación médica de América Latina y que se encargará de la producción de este antídoto en territorio brasileño.
Las dosis de la vacuna de Oxford fueron embarcadas la víspera desde India tras la autorización otorgada por el Gobierno de Narendra Modi, que las retuvo durante una semana debido al comienzo de la vacunación en el país asiático.
"Brasil se siente honrado por tener un gran socio para superar un obstáculo global. Gracias por auxiliarnos con las exportaciones de vacunas de India a Brasil", afirmó Bolsonaro en un mensaje en sus redes sociales.
El Gobierno del líder ultraderechista confiaba en poder comenzar el proceso de inmunización con la vacuna de Oxford, su principal apuesta, pero el retraso en la llegada de las dosis truncó sus planes.
De esa forma, Brasil inició el pasado lunes la vacunación en todo el país con la Coronavac, la vacuna desarrollada por el laboratorio chino Sinovac en asociación con el Instituto Butantan, adscrito a la gobernación de Sao Paulo. La Coronavac fue promovida en Brasil por el gobernador de Sao Paulo, Joao Doria, principal rival político de Bolsonaro y posible aspirante a las elecciones presidenciales de 2022, por lo que el inicio de la inmunización con la vacuna china fue interpretada por muchos analistas como una derrota política para el líder de la ultraderecha brasileña. EFE