Relaciones a prueba

Editorial
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ne a prueba la relación entre el país suramericano y Brasil y deja en el aire el futuro del Mercosur tras las dudas suscitadas por el presidente brasileño, Jair Bolsonaro.
El líder de la ultraderecha brasileña, en el poder desde el pasado 1 de enero, ha sido un actor más en la campaña electoral argentina y, desde el comienzo, ha expresado su recelo ante la victoria de Fernández, a quien llegó a calificar de "bandido de izquierda".ne a prueba la relación entre el país suramericano y Brasil y deja en el aire el futuro del Mercosur tras las dudas suscitadas por el presidente brasileño, Jair Bolsonaro. El líder de la ultraderecha brasileña, en el poder desde el pasado 1 de enero, ha sido un actor más en la campaña electoral argentina y, desde el comienzo, ha expresado su recelo ante la victoria de Fernández, a quien llegó a calificar de "bandido de izquierda".El temor de Bolsonaro se materializó este domingo, cuando Fernández se impuso en la primera vuelta al actual presidente, Mauricio Macri, uno de los principales aliados del capitán de la reserva del Ejército en la región.Tras la victoria, la reacción del presidente brasileño no se hizo esperar: lamentó la elección de Fernández, a quien se abstuvo de felicitar; criticó a los argentinos por "elegir mal" y, aunque apostó por el "diálogo", insistió en que el país vecino podría ser "apartado" del Mercosur en caso de incumplir alguna cláusula."No digo que saldremos del Mercosur, pero podremos juntarnos con Paraguay. No sé qué va a suceder en Uruguay, vamos a ver lo que va a pasar en las elecciones, y decidiremos si Argentina hiere alguna cláusula del acuerdo o no. Si la hiere, podemos apartar a Argentina", señaló  Bolsonaro, tras la victoria de Fernández.Las declaraciones de Bolsonaro y su ministro de Economía, Paulo Guedes, en los últimos meses han sido "ambiguas" y hacen pensar que el Gobierno no tiene un postura definida sobre el futuro del bloque. Bolsonaro y su ministro de Economía siempre tuvieron evaluaciones muy negativas sobre el Mercosur, pero nunca quedó claro lo que proponen exactamente: ¿Retirar a Brasil del bloque? ¿Transformar el Mercosur en una zona de libre comercio, como el Nafta? ¿Reducción de la tarifa externa común?El propio Bolsonaro subrayó hoy que Brasil va a esperar los próximos pasos de Fernández antes de mover ficha en el ajedrez político y ha expresado su confianza en que el líder del Frente de Todos no se oponga a la apertura comercial del Mercosur.Esperamos que nada de eso sea necesario. Que Argentina no quiera cambiar el rumbo en la cuestión comercial. Ambos países tienen como telón de fondo la cumbre presidencial del Mercosur, prevista para el próximo 5 y 6 de diciembre en Brasil, cuatro días antes de la fecha en la que Mauricio Macri pasará el testigo a Alberto Fernández.Con Macri de salida y con la improbable presencia de Fernández en la cumbre, no habrá condiciones de negociar nada en la próxima cita. Lo máximo que puede ocurrir es que se defina una agenda técnica para la transición del próximo Gobierno.Argentina es el tercer socio comercial de Brasil a nivel mundial y el primero en la región, por ello, ambos países se necesitarán mutuamente pese a las diferencias ideológicas de sus Gobiernos; sin embargo hay optimismo  pese al discurso encendido de ambos políticos, Brasil y Argentina tienen que convivir y respetarse mutuamente por cuestiones geográficas.El sector empresarial, considera que las diferencias entre Bolsonaro y Fernández van a ser superadas y confía en que el pragmatismo prevalecerá en ambos lados por razones económicas. A los dos países les interesa la continuidad de los flujos. Es un interés común, por lo que las manifestaciones (dialécticas) van a ser superada por el realismo", aseveró Barbosa.Santoro, por su parte, cree que el pragmatismo será difícil de alcanzar debido al histórico de Bolsonaro en Latinoamérica, el cual, dijo, ha estado marcado por la polarización ideológica y las tensiones con casi todos los países. Lo más probable es que haya un ciclo de tensiones y divergencias en temas como el Mercosur y Venezuela. Las disputas latinoamericanas están relacionados con los temas de política doméstica en Brasil. Con China y Oriente Medio Bolsonaro ha conseguido ser más pragmático, pero con Latinoamérica es más difícil.