Seguridad factor de desarrollo

Editorial
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La seguridad indudablemente es un tema bien complejo por cuanto tiene que ver con todos los aspectos de una nación no importa si es desarrollada o en vías de desarrollo.

Como dijo el presidente Duque, “es un valor democrático, sin seguridad la democracia no vibra y no se hace grande”. En la medida en que haya un Estado de Derecho se requiere una ley de leyes cual es la Constitución y las mismas leyes y decretos deben estar en consonancia con las normas constitucionales. Las ramas del poder público la legislativa, ejecutiva y judicial son independientes, autónomas y consecuentemente deberá prevalecer la armonía entre ellas.

Para efectos de que se cumpla esta normatividad general existe en Colombia la Corte Constitucional cuya razón de ser es que se preserve la constitucionalidad;  es decir que todos los actos legislativos, administrativos y judiciales se ajusten a la carta magna. Esa es la seguridad jurídica la cual impera en los sistemas democráticos.

Para los inversionistas extranjeros y colombianos estas reglas del juego son importantes ya que de las mismas depende si introducen sus capitales en una sociedad o crean una compañía. Esa existencia y estabilidad legal es requisito indispensable con miras a vincularse a un nuevo negocio o insuflar capital a una actividad productiva.

Este análisis es normal en la vida de la industria, de la agricultura, del comercio; en suma, en todas las posibilidades de manejo empresarial. Por eso el extinto canciller alemán Erhard decía: “lo ideal es un Estado que cuide para que yo pueda ocuparme de mi propio destino y pueda ser responsable por mí mismo y por los míos”.  Esto significa reglas establecidas para hacer negocios que ampare esos negocios con el ánimo de que haya una estabilidad física, legal y económica.

Ese mismo Estado de derecho parte también de unas condiciones o una exigencia de la paz, esto es una seguridad para la vida y para la libertad. Una concepción de la libertad como la que propuso en su momento el político argentino Juan Alberdi: “el que no cree en la libertad como fuente de riqueza ni merece ser libre ni sabe ser rico”. Cabe igualmente la aseveración del filósofo y economista austríaco Friedich Von Hayec en el sentido “de que la sociedad más feliz es aquella que protege y tiene en gran estima a la familia, la propiedad privada y la rectitud”.

Entonces nos damos cuenta de la necesidad imperiosa de la seguridad física la cual el Estado deberá ofrecer a sus conciudadanos por conducto de sus Fuerzas Militares, de la Policía y de los organismos de inteligencia. En consecuencia, todo gobierno tiene el deber moral de disponer de unos cuerpos armados eficientes, técnicos, de alta preparación, justamente para controlar y preservar el orden público.

Felizmente Colombia posee un Ejército de tierra ejemplar que ha luchado y sigue combatiendo a  los enemigos de la institucionalidad, mostrando todos los días su capacidad operacional, su espíritu de combate y su amor por su Patria. El Ejército del aire, en igual forma merece todo el respeto por su misión de entrega, cumplimiento del deber y apoyo a las fuerzas terrestres. El Ejército del mar, presta un inigualable servicio con especial mística, sentimiento de honor y excelente coordinación con los otros dos ejércitos que constituyen las Fuerzas Militares, aellos corresponde defender la soberanía, el territorio y el cumplimiento de las normas constitucionales.

El otro componente armado es la Policía cuya misión es la defensa de la ciudadanía en los municipios. Colabora enormemente con las instituciones castrenses. Ese trabajo conjunto con las Fuerzas Militares ha dado resultados extraordinarios en múltiples operaciones de grueso calibre en las cuales se ha dado de baja a los principales cabecillas del narcotráfico o sea de la subversión Farc y Eln al igual que de la delincuencia común; toda vez que todas son organizaciones delictivas que se nutren de la cocaína.

En resumen, el factor que permite que haya desarrollo económico y social es la seguridad como un todo, en forma integral y simultánea, habida consideración de que si falla una de las seguridades a las cuales hemos hecho referencia la gente se reserva y espera para hacer su inversión o radicarse en el país hasta que evidentemente se pueda estar tranquilo en el ámbito físico, con legislación estable y segura.

Estas circunstancias de seguridad tan solo las ofrece un Estado democrático dado que en Venezuela, Nicaragua y Cuba no existen sino como letra muerta, puesto que sus Constituciones son de bolsillo del caudillo de turno.