Un personaje que brilló entre los germanos, dado que fue la primera mujer canciller y jefe de gobierno desde el 2005 hasta el 2021, es decir 16 años y primera ex ciudadana de la República Oriental de Alemania, es Ángela Merkel.
Estuvo en el gabinete de Helmut Kohl, como ministra de la Mujer y de la Juventud y ministra del Medio Ambiente y tres veces reelegida en la jefatura de gobierno; pero, ella era una técnica, su profesión de Física la alejaba del ajetreo político.
No se notaba su capacidad oratoria, no poseía un gran carisma, no era feminista sino al final de su mandato y su vanidad pasaba desapercibida; eso sí dejaba translucir sencillez ya que nunca se engrandeció.
Abrió las fronteras a los refugiados y así entraron en el 2016 un millón de inmigrantes; entraron a territorio alemán muchas culturas ya que ella quería eso. Conviene recordar que los islámicos y africanos no se integran y cada día odian más al país anfitrión que los ha abrazado y educado y por tanto, se constituyen en un problema de grueso calibre.
Hoy todos los delitos se han sobredimensionado, las violaciones de niñas en los parques, el acoso sexual en las calles se ha aumentado y por consiguiente la inseguridad en Alemania es historia antigua. Actualmente los inmigrantes no legalizados son expulsados y aquellos legalmente establecidos con infracciones penales igualmente en forma inmediata deben salir del país.
Esa determinación de abrir las puertas de par en par a los refugiados al principio los alemanes la recibieron con aplausos. Los oficios que ellos despreciaban verbigracia los relacionados con las basuras pasaron a manos de inmigrantes. Suplió mano de obra no calificada.
Se han tomado barrios enteros, que son guetos, los alemanes son rechazados y si penetran corren el riesgo de ser maltratados, y si les va bien terminan en un centro hospitalario; el problema grave es que los inmigrantes en su mente aspiran a mandar a los europeos y a que estos respeten sus leyes.
Ese fenómeno se generalizó en el norte de Europa, en los países nórdicos y en Gran Bretaña, cuyo desespero se ha materializado en el repudio a los inmigrantes. Piden expulsiones masivas de aquellos ilegales y los que cometen un delito son castigados con la expulsión, aunque se encuentren debidamente documentados.
En la península ibérica la situación es manejable, por cuanto la mayoría de los inmigrantes son de Latinoamérica, cuya idiosincrasia se adapta a las tradiciones de España y Portugal. y por ende se integran fácilmente a sus costumbres; por el contrario, viven felices tanto los latinoamericanos como los españoles y portugueses.
Esa apertura o política inmigratoria alemana de Angela Merkel analizada hoy ha sido totalmente contraproducente. Se incrementaron los homicidios, los robos, los asaltos, el orden público está inmanejable y el país ya no comulga con esa decisión, sino que le atribuye todos los males que sufren a esa llegada masiva de los refugiados.
La relación de Angela Merkel con Putin prácticamente se evidenciaba como un miedo de ella hacia ese siniestro personaje. Comentaba que él sabía que ella le temía a un perro grande que Putin llevaba a sus entrevistas privadas y esa situación hacía que le aceptara muchas de sus propuestas; comentario risible, pero absolutamente inadmisible.
El control de Putin con el gas, imponiendo los precios, cortando su suministro cuándo se le daba la gana, colocando a Europa contra la pared en esa materia, en su concepto era menester dentro de la buena relación con ese criminal de guerra.
A semejanza de Margaret Thatcher la consideraron como una dama de hierro. Empero no se pueden comparar, pues esta última puso granos de arena relevantes en la caída del Muro de Berlín, junto con Ronald Reagan y el Papa polaco, Juan Pablo Segundo.
No cabe la menor duda de que en Alemania fue poderosa, gigante entre los hombres. Sin ser sobresaliente era respetada y respetable entre los líderes de Europa. El sexo femenino formó parte de su gabinete; creo la baja por maternidad de mujeres y paternidad en los varones y así mismo promulgó las medidas de igualdad de derechos.
Se opuso con Sarkozy presidente francés al ingreso en la OTAN de Ucrania. Esto sucedió al mismo tiempo que se le estaba dando luz verde al ingreso a la OTAN de los Países Bálticos, Eslovenia, Eslovaquia, Rumanía, Bulgaria, Hungría y la República Checa. Se le dio gusto a Putin.
Como dice el adagio “No todo lo que brilla es oro”. El tiempo es la verdad y la justicia es Dios.”