Cambio climático y transición energética

Columnas de Opinión
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Oscar Alejandro Perez Palomino

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@OalejandroPP



Como es de conocimiento público la cumbre climática de Glasgow no permitió tener una visión optimista sobre la reducción de las emisiones de gases efecto invernadero, pues las promesas de los líderes de las naciones consagradas en los planes de largo plazo no son compatibles con los programas de corto plazo presentados, con excepción de un pequeño grupo de países -responsables de apenas del 6% de las emisiones globales, según cálculos de los analistas de Climate Action Tracker.

En efecto, si se mira el largo plazo, la COP26 supondría un paso enorme, porque 140 países de los 193 estados miembros de la ONU se comprometieron a alcanzar las emisiones netas cero; pero, si se analiza el corto plazo, el pronóstico no es alentador, conforme a los informes emitidos por la Agencia del Medio Ambiente de la ONU (Pnuma) y la de Climate Action Tracker, los cuales apuntan a que todos los compromisos de corto plazo presentados llevaran a un incremento de la temperatura media en la Tierra entre 2,4 y 2,7 grados, muy por encima del umbral del Acuerdo de París fijado entre los 1,5 y los 2 grados.

Así las cosas, en relación con la transición energética, el desafío de nuestra nación, responsable del 0.23% de las emisiones de gases de efecto invernadero-GEI, consiste en ajustar los planes de corto plazo presentados, de manera que sean compatibles con los objetivos de largo plazo de cero emisiones netas consagrados en la cumbre climática, llevada a cabo en noviembre del año 2021.

Pero, por otro lado, como Colombia está entre los once (11) países más vulnerables al cambio climático, nuestra prioridad como país de la zona ecuatorial con bajas emisiones y con alta vulnerabilidad climática es favorecer las inversiones en adaptación y protección de población humana y ecosistemas y acceder al fondo de compensación propuesto en la cumbre para pérdidas y daños por el calentamiento global, dado que en la cita mundial se priorizó la importancia de la adaptación al cambio climático, que hasta ahora era "la hermana pobre" de la mitigación en los acuerdos, según lo afirmara la vicepresidenta para la Transición Ecológica de España, Teresa Ribera.

En consecuencia, esos serían los temas de la agenda con los Estados Unidos de América, y China, los principales países emisores de gases efecto invernadero en el planeta, responsables del 13,43 % y 30,34% de las emisiones totales de estos gases respectivamente, según Emission Database for Global Atmospheric Research (2020).

De manera que las reuniones bilaterales que se adelanten con este propósito deberán girar en torno al reforzamiento mutuo de los programas de corto plazo presentados en Glasgow y en el cumplimiento del compromiso de financiación climática a los países más pobres y vulnerables del planeta.