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Vie, May

Lecciones aprendidas del PAN guajiro

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Cesar Arismendy Morales

Cesar Arismendy Morales

Columna: Reflexiones

e-mail: cesaridys@hotmail.com

Economista de la Universidad de los Andes y Licenciado en Ciencia Sociales de la Universidad Distrital de Bogotá. Cursó estudios de Planificación del Desarrollo Rural y Urbano en la Universidad de los Andes y en el Instituto de Estudios Sociales de La Haya Holanda. Igualmente estudios de maestría en Desarrollo Regional en la Universidad de los Andes y cursos de Ciencias Políticas en la Universidad de Minnesota - Estados Unidos.



El Programa de Alimentación y Nutrición de La Guajira, PAN ha venido despuntando en los municipios y a partir de ello, las críticas no se hicieron esperar de diferentes formas. Muchas de ellas provienen de actores sociales, comunitarios y políticos. Cuando en calidad de Director del Departamento Administrativo de Planeación, el Gobernador del Departamento me consultó sobre el tema, le contesté que el escenario actual me gustaba y que tenemos obligatoriamente que acostumbrarnos a ello.

Me gustaba el escenario, ya que revela una apropiación social de los objetivos del programa y por lo tanto, existen ojos adicionales sobre el mismo, papel que refuerza el trabajo de la interventoría, de la Red de Veedurías y por supuesto del mío, como funcionario responsable del diseño, seguimiento y evaluación. Cuando el viernes pasado, concluí un trabajo investigativo sobre lo que puede estar pasando y lo reportado por la prensa regional, en especial, de las quejas que surgen del municipio de Maicao y lo que pasó en las bodegas de Riohacha, me gusta más.

Después de pensarlo muchas veces y hacer diferentes pausas, he concluido que el diseño, puede ser el gran generador de las críticas, pero les cuento que seguiremos tal cual, apegados al proyecto, como debe ser, ya que se trata de recursos de regalías. El actual diseño, es el resultado del aprendizaje que ha dejado "Guajira sin Jamushiri". Esos errores costaron cerca de $ 87 mil millones, cosa que debemos superar.

Cuando se analizaron los eventos frustrantes de dicho programa en el gobierno 2008-2011, se puede evidenciar que ellos se centraron en la inexistencia de focalización, diversidad de operadores, alta intermediación local, insignificativo papel de las IPS públicas, proveeduría sin economías de escalas, falta de condicionamientos de entrada y/ determinación del beneficiario final falta de buenas prácticas administrativas, baja continuidad, seguridad e inocuidad alimentaria. Fueron los principales errores.

Con el PAN hemos querido aprender de lo pasado para mejorar desde el presente. Este programa vale cerca de $37 mil millones y además de garantizar el acceso a una canasta digna y segura de alimentos hasta el 2015, desarrolla y le da sostenibilidad a los centros de recuperación nutricionales locales, servicios que se están prestando con la red pública.

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El PAN se ejecuta con condicionamientos focalizados. Las 10.635 familias beneficiarias se han seleccionado del conjunto de familias que se encuentran en la base de datos de la Red Unidos, en condición de pobreza extrema que no están inscritas en el programa nacional de Familias en Acción. Ellos ya tienen su subsidio por alimentación.

El PAN es para el que nada tiene y dirigido al niño, no al joven ni al mayor. Hemos privilegiado a las familias con niños menores de cinco años. Cuando, no se cumple esta condición, se recurre al nivel más bajo del SISBEN en sus dos últimos cuarteles. A ellos se les exigen su esquema de vacunación completa y las madres gestantes deben estar inscritas en los programas pertinentes durante el periodo de embarazo.

Existe un solo proveedor de experiencia, contratado a precios nacionales del ICBF y una interventoría dura y con perspectiva de género. Las mujeres sienten más profundamente y mejor el tema de la nutrición que los hombres. Las compras se hacen a escala, buscando ahorros. El almacenamiento ha venido mejorando. Este es un programa departamental, complementario de lo que hacen los municipios. El programa tiene poco margen de acción política y eso es lo que a muchos no les gusta. Los actores políticos solicitan cupos y cupos no hay, no es una condición de entrada haber votado por KG. Aquí existen beneficiarios a depurar, con nombres, apellidos y direcciones específicas en donde encontrarlos. Miren las web del departamento y se darán cuenta.



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