Escrito por:
Cesar Arismendy Morales
Columna: Reflexiones
e-mail: cesaridys@hotmail.com
Economista de la Universidad de los Andes y Licenciado en Ciencia Sociales de la Universidad Distrital de Bogotá. Cursó estudios de Planificación del Desarrollo Rural y Urbano en la Universidad de los Andes y en el Instituto de Estudios Sociales de La Haya Holanda. Igualmente estudios de maestría en Desarrollo Regional en la Universidad de los Andes y cursos de Ciencias Políticas en la Universidad de Minnesota - Estados Unidos.
El futuro de los desarrollos mineros liderados en Colombia por la empresa CCX y que se ejecutarán en el sur de La Guajira, ha entrado en una fase de indecisiones. La semana pasada apareció un comunicado de prensa del grupo EBX del Brasil, en donde se informa que el magnate brasileño Eike Batista suspendería el proyecto de la Carbonera CCX, que incluye puerto, línea férrea y minas de carbón a cielo abierto y una subterránea.
Horas más tarde, el holding EBX con sede Bogotá, emite otro comunicado en donde afirma que ellos creen en Colombia y continuaran presentes en el país con su empresa CCX y su proyecto. "A la fecha, la empresa ha invertido aproximadamente USD 500 millones, cifra que ratifica su confianza en el país y en La Guajira.
En este momento, la Compañía concentra sus esfuerzos para sacar los procesos de licenciamiento ya en curso y en la revisión del proyecto, ya que la coyuntura del mercado a nivel internacional y los precios del carbón no permiten desarrollar el proyecto tal como estaba planteado inicialmente".
En su análisis, la noticia tiene varias dimensiones. Una internacional, la nacional y la otra de nivel regional o departamental. La internacional, tiene que ver con la tendencia a la baja del carbón, por efecto de que Estados Unidos un importador nato de este producto, ahora lo exporta. Igualmente, la baja en la dinámica de la economía de china, que perdió el ritmo de crecimiento de los últimos 8 años.
En esta dimensión, debe tenerse en cuenta que el Sr. Batista perdió recientemente parte de su fortuna invertida en su portafolio de commodities, lo que le resta músculos financieros para avanzar en procesos de obtener las licencias ambientales en donde hay más gastos que retornos y se hace a riesgo.
En lo nacional, entra a jugar lo que llamó el ex presidente Uribe, confianza inversionista. El estudio anual Doing Business que compara 178 países del mundo, ha determinado que somos un país de muchos trámites y obstáculos en donde los empresarios identican restricciones para sus proyectos. Se ha dicho que en Colombia hay muchos trámites y la obtención de la licencia ambiental es uno de ello.
Relacionado con lo anterior, en lo regional, están los llamados "obstáculos de las comunidades". Por ser un territorio con comunidades indígenas ¿estas son verdaderos obstáculos para el desarrollo empresarial? Esto es lo que se percibe si pensamos en la frustración de los proyectos hoteleros en el Cabo de La Vela, Mayapo y los desarrollos portuarios de Dibulla. Para la empresa, la realidad ambiental de la Sierra Nevada y las comunidades, le generan incertidumbre y riegos.
En medio de estas dificultades se encuentran los gobiernos regional y local, que se caracterizan por el bajo empoderamiento del proyecto, conducta que tiende a consolidar la visión de que en La Guajira los gobiernos locales están perdiendo interés en proyectos mineros como el que propone CCX, ya que no hay estímulos directos como las regalías, dado que ahora pertenecen a la nación y no al territorio.
En La Guajira existe poco entusiasmo. Son las consecuencias de la nueva institucionalidad y del modelo del Sistema General de Regalías. La generación de empleo aquí no es lo suficientemente fuerte por los efectos del "enclave del carbón"
La emisión de dos comunicados aparentemente contradictorios por parte del grupo económico de Eike Batista, son coherentes frente a estas realidades. En general, me parece que existe un "muñequeo", un pulso o medición de fuerzas entre la multinacional y el país, en donde esta le dice al gobierno que si no le acompaña en la gestión de la licencia ambiental y resuelve el bajo consenso con las comunidades, se va y desestimula el proyecto.
Es lo que más creo, dado la disminución de los estímulos que este grupo económico tiene a consecuencia de todos los puntos anteriores. Esto hace que el "balón" este en la cancha del gobierno nacional como timonel de la locomotora minera.