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Cesar – La Guajira: integración o sionismo interno

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Cesar Arismendy Morales

Cesar Arismendy Morales

Columna: Reflexiones

e-mail: cesaridys@hotmail.com

Economista de la Universidad de los Andes y Licenciado en Ciencia Sociales de la Universidad Distrital de Bogotá. Cursó estudios de Planificación del Desarrollo Rural y Urbano en la Universidad de los Andes y en el Instituto de Estudios Sociales de La Haya Holanda. Igualmente estudios de maestría en Desarrollo Regional en la Universidad de los Andes y cursos de Ciencias Políticas en la Universidad de Minnesota - Estados Unidos.



El viernes pasado, el gobernador de La Guajira y el alcalde de San Juan se abstuvieron de firmar el acta final del trabajo de campo realizado por los funcionarios del Área de Deslinde del IGAC, quien tiene las competencias para establecer técnicamente los mojones, puntos y rayas limítrofe entre los departamentos del Cesar y La Guajira. Era inaceptable su revisión. En San Juan del Cesar, solicitaron de manera vehemente que el IGAC ratificara los límites actuales. No hay discusión, los límite son los que son.

Sobre el tema, existen varios interrogantes. ¿Cuál es su importancia para La Guajira?, ¿como aparece este tema en la agenda del gobierno nacional?, ¿cuáles son las razones que tiene el departamento del Cesar para entablar un litigio o hacer reclamaciones de tierras limítrofes al interior de la Comisión de Ordenamiento territorial?, ¿qué motivaciones ocultas existen?

Lo primero, es aclarar que este tema tiene un alto peso técnico y político en la agenda gubernamental de La Guajira, ya que al final lo que se discute son los Limites del Departamento, dado que San Juan es un Municipio Limítrofe con el Cesar y cualquier modificación de estos afectará al Departamento. Los territorios que reclama el Cesar son áreas de las poblaciones de Porterito, Primer Rincón, Carrizal y Veracruz.

El tema se introduce en la agenda de la Comisión de Ordenamiento Territorial, por la presión que han venido ejerciendo ante esta célula legislativa, el diputado Gustavo Guerra Añez, y los Concejales Wilber ‘El Mocho’ Hinojosa, Hernán Felipe Araujo, Jaime González Mejía y Juan Manuel Campo, Representante a la Cámara (todos del Cesar), este último, hace las veces de presidente de la Comisión de Ordenamiento Territorial.

El diputado Guerra Añez, dice que los linderos entre el Cesar y La Guajira se han corrido ocho kilómetros. Asegura que “antes los limites llegaban hasta el sitio conocido como Carrizal, e incluía para el Cesar a los centros poblados, de Potrerito, Veracruz, la Malena, Badillo y Patillal”. Inaceptable. La verdad es que ellos quieren volver a Badillo un municipio y requieren tierra para su expansión de cualquier modo. Son nuestros vecinos sionistas.

Adicionalmente, el Representante Juan Manuel Campo, de manera insistente ha manifestado que la Comisión de Ordenamiento Territorial de la Cámara, tiene competencia sobre el tema, lo que es cierto, sin embargo, se le puede recusar porque siendo parte de esta corporación se ha pronunciado insistentemente y es interesado de primera línea sobre el tema, lo que demuestra claramente sus propósitos. Está haciendo uso de su cargo para impulsar y mover el proceso adverso a La Guajira. Las motivaciones ocultas que tiene el Cesar son diversas. Una tiene que ver con la ampliación de su censo electoral. Las otras, se determinan por el control de recursos hídricos y servicios ambientales de la Sierra Nevada en la vertiente sur oriental.

Está en juego la seguridad hídrica departamental. Pero lo que más le atrae, es que esa área en La Guajira hace parte del bloque CR3, en donde la ANH (Agencia Nacional de Hidrocarburos) autorizó a la empresa multinacional OGX Petróleo e Gas Ltda., hacer exploraciones técnicas, ya que hay serias prospecciones de encontrar petróleo o gas en inmediaciones de los valles de los ríos San Francisco y Cesar.

Es por ello que el departamento del Cesar tiene que ser serio y decidir si quiere trascender por la integración sociocultural con La Guajira o por el sionismo interno que hoy desea aplicarle. Lo arcaico, es pelear tierra de otro. Lo retador y moderno es integrarnos territorialmente en un trabajo conjunto para propiciar desarrollo social, económico y ambiental.



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