Los parisinos volvieron a echarse a la calle 20 años después para festejar el segundo Mundial de Francia. Unos Campos Eliseos abarrotados vivieron una gran fiesta para celebrar el título conseguido por el equipo de Didier Deschamps contra Croacia en Moscú.
Decenas de miles de parisinos decidieron ver la final en plazas y calles, siguiendo el partido por las pantallas gigantes que se instalaron en varios puntos de la ciudad. Como ya sucediera hace dos décadas en la final celebrada en el Estadio de Francia, en Saint Denis, el jubilo de los franceses se apoderó de la capital francesa.
Toda Francia celebró el título de campeones del mundo echándose a la calle para celebrar un título que llegó sin mucho sufrimiento. A pesar de los 30 grados de temperatura en París, los seguidores franceses no dudaron en seguir el partido bajo un sol de justicia.