En un comunicado difundido por sus diferentes medios de comunicación, dirigentes de ambos equipos, lamentaron lo sucedido, y se comprometieron a la convivencia y a la paz en los estadios del país.
En el mismo escrito, además de hacer un llamado a la devolución de los objetos hurtados, se manifiesta que tanto el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, como el de Cali, Maurice Armitage, se encuentran comprometidos con revertir los hechos y evitar a toda costa represalias.