Fedepalma rechaza las acciones de bloqueo de las vías, las manifestaciones violentas y los ataques al transporte en las diferentes regiones del país – incluyendo a vehículos que transportan fruto y aceite de palma y que han generado graves pérdidas económicas a distintos sectores, también al palmero.
Por cuenta del paro se han visto afectadas distintas actividades del sector, desde las primarias que requieren insumos y el transporte del fruto cosechado, pasando por las de producción de aceite que requieren combustibles para su operación, las exportaciones de aceite que se afectan por la movilización de producto, hasta llegar al consumo de alimentos y menores ventas de biodiésel.
Los insumos para la agroindustria, al igual que los de numerosos productores de distintos sectores, están represados en los puertos de Santa Marta, Barranquilla, Cartagena y Buenaventura. La demora en la fertilización de los cultivos causará menores cosechas y afectará directamente la productividad.
De otra parte, el día a día de la producción se ve afectado al no poder transportar oportunamente el fruto desde las fincas hacía las plantas extractoras. Por ejemplo, en Norte de Santander, sólo en una semana, se han perdido más de 300 toneladas de fruto y están en proceso de deterioro otras 2.000 toneladas, por la imposibilidad de transportar los productos por las vías habituales a sus sitios de procesamiento por la vía Tibú-Ocaña-Sardinata. “Por ejemplo, en solo una semana de paro de transporte, las pérdidas que registra la agroindustria palmera, alcanzan los $1.000 millones a causa de bloqueos y ataques a vehículos que transportan productos”, manifestó el presidente Ejecutivo de Fedepalma, Jens Mesa Dishington.
En la producción de aceite, regiones como Tumaco se ven amenazadas con parar la producción por la falta de combustible, poniendo en riesgo el procesamiento, el empleo y las exportaciones de aceite.
Uno de los mayores impactos se observa en el transporte de aceite de palma crudo, el cual se ha afectado en cerca de 80 %, especialmente en las vías del Magdalena Medio. Esto ha impedido un desarrollo normal de las exportaciones desde las zonas Central y Oriental y el abastecimiento a las industrias alimentaria y de biodiésel en Bogotá y Bucaramanga.
Así mismo, están represados, en distintas vías, vehículos que transportan aceite de palma, lo cual representa un grave deterioro en la calidad del producto. Señaló que adicionalmente, se han visto afectados los vehículos de transporte de carga que llevan aceite de palma desde Villavicencio a Bogotá y desde el Magdalena medio a la Costa norte, al igual que la recepción de fruto en las plantas de beneficio, lo cual genera pérdidas aún sin cuantificar.