Pocas cosas cambiaron desde la condena a Rafael Uribe Noguera como responsable del secuestro y asesinato de Yuliana Samboní. La familia se ubicó en zona rural del municipio de Bolívar en el Cauca, donde nació el nuevo integrante de los Samboní, Julián Andrés.
Juvencio, el padre de Yuliana, aseguró que la vida en el campo es muy dura, pero no tanto como recordar este trágico suceso que arrancó hace 10 meses en el nororiente de Bogotá.
El 4 de diciembre de 2016 se reportó la desaparición de Yuliana y un video se convirtió en prueba. Una camioneta que según los testigos se usó para secuestrar a la niña.
Horas después la Policía confirmó la noticia. La niña fue encontrada muerta y su cuerpo escondido en el apartamento del asesino. El general Hoover Penilla, comandante de la Metropolitana de Bogotá contó los detalles del caso.
Rafael Uribe fue internado de urgencias en una clínica, allá fue notificado de la orden de captura. La Fiscalía prometió que en cuestión de semanas el confeso asesino sería juzgado con una pena ejemplar.
Por la tragedia de los Samboní los Uribe Noguera, Francisco y Catalina, que este jueves arrancan su juicio por la supuesta manipulación de las pruebas, pidieron perdón, el propio asesino reconoció la culpa en una carta de su puño y letra revelada en Caracol Radio.
Foto: Caracol Radio
En el marco de este caso otra familia tuvo que enfrentar otra tragedia. Fernando Merchán, el vigilante del Equus 66, el edificio donde encontraron muerta la niña, se suicidó. Muchas responsabilidades recayeron en él, según las víctimas y la Fiscalía.
La condena llegó tres meses después. 51 años y 10 meses de prisión, una pena que según al vicefiscal María Paulina Riveros no tendría beneficios, pero que no fue suficiente ni para la Fiscalía ni para las víctimas, por eso la apeló.
Los Samboní no aceptaron indemnizaciones por dos razones: quieren a la máxima pena contra el asesino y sus creencias culturales lo impiden. Viviana Benavides, la abogada de la Secretaria de la Mujer que los acompaña en todo este proceso, explicó el asunto.
Por redes sociales circuló una versión de que Rafael Uribe Noguera, el asesino, estaba en una clínica y acudiendo a razones médicas solicitaría reclusión especial. La versión fue desvirtuada por el Inpec y los fiscales del caso que luego de verificar lo encontraron en la cárcel La Picota donde espera, al igual que el país, la decisión del Tribunal de Bogotá respecto al aumento de su pena.