Se conoció que el padre Linero deja el sacerdocio al sentirse solo.
Y es que los curas también son dueños de sus vidas y del “libre albedrio” que tanto cita la Biblia y que hace parte de la doctrina de la Iglesia Católica, teniendo claro que el servicio a Dios a través del sacerdocio no es una camisa de fuerza. Por eso, fiel a su estilo desparpajado y dicharachero, ayer el padre Alberto Linero anunció su decisión de colgar la sotana y abandonar la Iglesia Católica desde el sacerdocio para servirle a Dios desde una orilla muy diferente.
"Me mamé de cosas mías, de soledades, me cansé y punto (...) la gran tragedia mía ha sido la soledad en los últimos tiempos (...) seguramente voy a tener pareja. No me asusta ese tema. Soy un tipo común y corriente. He sido lo más honesto que he podido. No quiero sentirme solo (...) El tema no es sexual, no es genital, el tema no es existencial", dijo el padre Linero al hacer este anuncio. Al respecto, hoy cobra vigencia que en el pasado el sacerdote –a la espera de la orden de su superior para abandonar la curia– había manifestado que le era muy difícil dar consejos de pareja cuando él no había pasado por el sacramento del matrimonio. Lo cierto es que Linero es parte de una la lista de reconocidos sacerdotes que han dejado esa condición para poder abandonar el celibato sin ningún tipo de restricción.