En el debate del domingo afloraron escándalos sobre la conducta de Donald Trump y Bill Clinton.
La campaña presidencial estadounidense, tuvo su segundo de tres debates entre el candidato republicano, Donald Trump, y la demócrata, Hillary Clinton, se ha caracterizado en las últimas semanas por las referencias que ambos aspirantes han realizado sobre el comportamiento de su contrario o de sus familiares frente a escándalos de tipo sexual. En el caso de Hillary, gran parte de los ataques a su contrincante republicano se han centrado en la forma como recientemente o en el pasado se ha referido e incluso tratado a mujeres que giran en torno a su centro de poder.
Como cuando hizo referencia a la ex miss Universo venezolana, Alicia Machado, como “la Miss Piggy” por su tendencia a engordar y lo mal que le haría a la imagen del concurso de belleza del que hasta hace poco fue propietario.
O como cuando en muchas otras oportunidades ha hablado en términos sexistas, despectivos o degradantes de ejecutivas, políticas, empresarias, artistas o subalternas. Ese tipo de comentarios son muy comunes en el magnate inmobiliario y, al parecer, dentro de la opinión pública no se ha presentado un ‘voto-castigo’ o por lo menos las encuestas no los han evidenciado. Hasta ahora.
Sin embargo, el viernes pasado y el fin de semana la campaña presidencial republicana vivió una pesadilla a raíz de la divulgación de sus comentarios vulgares sobre las mujeres en el 2005 previo a un programa de televisión y en el que relata, usando palabras vulgares, haber agarrado a mujeres por sus genitales y besarlas a la fuerza. “Eso fue una conversación de vestuario. No estoy orgulloso de eso”, comentó Trump. Este reciente escándalo sí ocasionó que un grupo importante de la dirigencia del Partido Republicano dijera que no lo acompañará, a menos de un mes de las elecciones. Figuras del partido como el senador John McCain, excandidato presidencial en 2008, se sumaron al clamor general para que Trump arroje la toalla y abandone la campaña en beneficio de su compañero de fórmula, Mike Pence.
Negativa
Clinton no aceptó las disculpas y afirmó que las grabaciones muestran que “éste es Donald Trump”, para añadir que el candidato conservador “no está capacitado” para ser presidente.
En cambio, en el debate del domingo la candidata demócrata recibió un golpe bajo con un ataque contra su esposo, el expresidente Bill Clinton. “Pero si ves a Bill Clinton es mucho peor”, añadió Trump durante el debate, antes de afirmar que el expresidente “fue abusivo con las mujeres”.
Por eso intentó nivelar las cargas e invitó al debate a tres mujeres que dicen haber sido abusadas por el expresidente Bill Clinton y otra según la cual Hillary defendió al hombre que la abusó.
Los tres casos -Paula Jones, Juanita Broaddick y Kathleen Willey- llevan más dos décadas dando vueltas. Uno de ellos -el de Broaddick- ni siquiera fue tenido en cuenta durante el juicio de destitución contra Clinton por no considerarlo creíble.