No sólo pérdidas materiales sino espirituales fue lo único que dejó el incendio que consumió en su totalidad dos chozas tradicionales de la comunidad Wiwa ubicadas en el mercado nuevo de Riohacha.
Las chozas estaban hechas con palmas y troncos de madera, las cuales tenían aproximadamente un mes de haberse construido, eran utilizadas por esta comunidad para sus reuniones y ceremonias espiritual, cerca de esta chozas se encontraban los depósitos de alimentos que proporciona el Icbf para luego ser llevados a la Sierra Nevada de Santa Marta.
Todo esto se consumió por el fuego el cual llegó a unos cinco metros de altura, alcanzando un tanque elevado. Dentro de una de las habitaciones aledañas al incendio estaba el niño Adán Arias Torres de 7 años, quien al sentir el olor del humo se despertó desesperado tocando la puerta y recibiendo quemaduras de segundo grado en su mano derecha. Todo esto se consumió por el fuego el cual alcanzó unos cinco metros de altura.
Gracias a los esfuerzos de los Wiwas y de un motorizado que llegó hasta el lugar lograron sacar a un niño por una de las ventanas, el padre del niño, José María Arias agradeció que su hijo salió ileso del incendio pero lamenta las pérdidas que esto deja a la comunidad.
Los miembros de la comunidad Wiwa se mostraron consternados por lo ocurrido, lamentan que estas pérdidas son irrecuperables porque representan elementos de gran significado para la cultura, los bomberos llegaron hasta el lugar pero el fuego ya estaba controlado, no presentaron causas del incendio.