Siguen en la espera de soluciones por parte de las autoridades competentes
Los vecinos del barrio San Martín de Porras, es el sector donde los techos son perforados por lluvia de piedras que constantemente caen sin vista de temporal que vienen padeciendo a causa de la mala conducta de los jóvenes retenidos en el Caimeg de Riohacha quienes se creen dueños del lugar, así lo manifestaron los habitantes.
El temor los acompaña en cada momento, la intranquilidad es el otro ingrediente que los invaden a cada momento: “ya estamos cansados de esta situación, ahí no hay control de nada, ellos son los dueños del centro, hemos recibido amenazas por si nos atrevemos a dar declaraciones a los medios, pero es que ya llegamos al límite, queremos vivir tranquilos”, detalló Lucila Castro, habitante del Barrio Arriba.
Yenire Castro Palecino, está embarazada y en una oportunidad fue golpeada con una piedra mientras pasaba por la calle y lo recibió en su estómago: “al instante me sentí muy mal, pero gracias a Dios no afecto a mi bebé, fuimos a pedir control ante el ICBF y la misma directora del centro pero se hicieron los locos y no nos solucionaron nada”.
“Esta es una calle muy transitada sobre todo por los niños que se la pasan jugando pero ya ni a eso los dejamos, ellos no respetan nada, ven a una mujer pasar y le gritan insolencias, en estos días a un vecino le agarraron ocho puntos porque le partieron la cabeza con una piedra y nadie dijo nada”.
Por su parte, Jaime Peralta, ex personero del Distrito enfatizó que ha visto como los jóvenes reciben sustancias sicotrópicas por parte de personas que viene a traérselos: “no consiento esa negligencia en que se mantiene el Caimeg, se deben tomar medidas justas que generen tranquilidad al barrio que se siente asfixiado por las acciones de los jóvenes”.
Ana de la Rosa, es dueña de un puesto de comidas rápidas justo en frente del muro donde los jóvenes se asoman para cometer sus malas acciones: ellos me espantan los clientes, los insultan si no les regalan una hamburguesa, ya casi nadie llega por temor a que sean agredidos por ellos, lo peor es que uno va a pedirle colaboración a Indira Buendía, quien es la directora y ni nos para, sólo dice que sus niños no hacen todo lo que decimos”.
Los vecinos del barrio Arriba, no aguantan más la situación y exigen que las autoridades se aboquen a solucionar el problema que los tienen en zozobra: “exigimos que se los lleven al Caimeg de acá, es un peligro para todos, seguro que cuando ocurra una tragedia si nos van a tomar en cuenta, queremos soluciones por la seguridad de nuestro barrio”, puntualizó Teresa Bravo.