La juventud en la actualidad está representada en un sinfín de sentimientos que les embarga; deseos de superación, sueños y metas por alcanzar; estos están presentes en todos sin importar raza, color, posición social, lo que hace la diferencia es el esfuerzo con el que se logran alcanzar sus metas.
Rafael David sueña con lograr, a través del arte devolverle el verdadero valor a su cultura que de acuerdo a su percepción se está perdiendo por otras costumbres adoptadas y teme que no se pueda rescatar por la falta del sentido de pertenencia y la pérdida del dialogo entre los que tienen la responsabilidad de transmitir estas enseñanzas. “Se están perdiendo muchas bendiciones debido a la falta de diálogo, ya que no se está valorando las riquezas que tiene la cultura Wayúu”, expresa con añoranza este artista innato que espera lograr sus sueños en su tierra guajira.
Expresa que su amor por el arte fue heredado por su tío compositor Francisco Deluque, desde pequeño tuvo la iniciativa de aprender música, recuerda que improvisó un instrumentocon el que empezó a ponerle melodía a su vida “agarre un trozo de madera, cuerdas de nailon y un tarro de champú y cree un instrumento artesanal”. A la edad de los nueve años recibió como regalo una guitarra, instrumento que le daría sentido a su vida, “aprendí a tocar guitarra empíricamente, no tuve maestro, solo a través de audios di mis primeras tonadas”.
Hoy día ha compuesto casi 500 canciones, obtuvo un premio como compositor cuando representó al Sena en un concurso departamental; es diseñador de artesanía Wayúu, mochilas, guaireñas, fajones que son exportados a Estados Unidos por medio de convenio con el Sena, proyecto en el cual ha incluido a toda la familia que le acompaña en este trabajo. “Yo hago los diseños y mi mamá, mis tías y primos son los que lo realizan, luego son vendidos en el mercado de donde se exporta, llevan mi firma Artes Rafael”.
Tiene certificados de contabilidad básica, seguridad ocupacional y emprendimiento innovador obtenidos a través del Sena, con lo cual ha podido llevar adelante su negocio familiar de diseño de prendas Wayúu. Considera que en el Departamento hace falta más planeación para poder desarrollar el ingenio de muchos jóvenes que al igual que él anhelan seguir adelante con grandes proyectos. Rafael David Deluque Bouriyu convive en su comunidad junto a su familia materna, está casado con un hijo, a quienes espera poder darle una mejor calidad de vida, con su guitarra va transmitiendo el sentir de su pueblo por el cual lucha día a día para mantener viva su cultura Wayúu.