Agradecida se encuentra la comunidad Jiruma"ana, con la hermana Alcira López Novoa, quien se ideó construir dos aulas con material de desechos entre ellos: botellas plásticas de gaseosa y jugos tradicionales los cuales fueron llenados con arena por los alumnos y docentes.
La escuela está ubicada en zona rural a unos tres kilómetros del barrio La Concepción de la ciudad fronteriza "fue una excelente obra, que se construyó con el esfuerzo de todos y con pocos recursos", indicó un docente Nicolaza Daza.
La ingeniosa nació de la necesidad que tiene la comunidad ya que en esa época daban clases en enramadas o debajo de un árbol y se pueden imaginar el ambiente muy calurosos como es en La Guajira.
A los niños se les compraban los sacos que contenían potes y botellas plásticas, eso fue muy motivante, como también en el proceso del llenado con arena. Hoy las dos aulas están flamanticas y en ellas, dando clases todos los días en la escuela que lleva por nombre la niña María.
En la actualidad la rectora se les fue para el internado indígena San José del municipio de Uribia la capital indígena de Colombia, pero los habitante de la comunidad jiruma"ana la recuerdan por ese gran aporte.