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Vie, Abr

Tardes manaureras al ritmo de instrumentos musicales

Los días lunes, miércoles y viernes, niños y jóvenes de Manaure aprenden a tocar instrumentos musicales bajo la sombra de los árboles.

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Luego de cada jornada escolar, los días lunes, miércoles y viernes, niños y jóvenes de Manaure aprenden a tocar instrumentos musicales bajo la sombra de los árboles.

Frente a las instalaciones de la Casa de Cultura del municipio de Manaure, jóvenes y niños se reúnen desde hace más de ocho años a recibir clases de instrumentos como acordeón, guitarra y danza, con el fin de aprender un arte que les sirva para el futuro. A estas clases asisten niños desde los 5 años, adolescentes y jóvenes.

Este proyecto hace escuchar en las tardes manaureras el melodioso sonido de un sin número de acordeones, guitarras y pasos de baile.

Elizabeth Cárdenas Castillo, secretaria de cultura de Manaure, explica que lo que se ha pretendido es el fortalecimiento de la cultura a través de la música, y desarrollar en los niños habilidades basadas en la formación que puedan mostrar en el municipio y fuera de él.
Elizabeth Cárdenas  Castillo.
                                                              Elizabeth Cárdenas Castillo.

Este es un espacio de convivencia en el que principalmente los jóvenes, tienen la oportunidad de aproximarse a una práctica artística, para el aprovechamiento de su tiempo libre.

En las clases se observa a estudiantes atentos y concentrados a las explicaciones de los profesores, y a los niños más veteranos ayudando a aquellos que apenas empiezan.

Durante la jornada no falta el transeúnte que se detiene a escuchar un rato las melodías de los instrumentos.

Espacios como estos son importantes para que los jóvenes se hagan sentir y canalicen toda su energía en un programa lúdico y musical de formación básica que permite a talentosos niños y jóvenes de escuelas de todos los estratos desarrollar sus habilidades y, además, fortalecer su conocimiento a través de competencias sociales y culturales, afirma uno de los docentes del proyecto.

Las clases son impartidas por docentes de música de diferentes partes del departamento, y aunque siguen predominando los varones en la interpretación de instrumentos como el acordeón, en el semillero es notoria la presencia de niñas que con dedicación continúan las clases, compartiendo el sueño de sus compañeros de convertirse, algunos en grandes músicos y otros en tomarlo como un pasa tiempo.

La capacidad y habilidad para aprender e interpretar los instrumentos y danzar parece algo innato en muchos de estos niños que están formándose bajo la sombra de un árbol.


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