El Cuerpo de Bomberos de Dibulla carece de recursos para operar en el municipio. Los integrantes del organismo de socorro deben ingeniárselas para conseguir dinero y poder prestar un servicio oportuno.
Emitir certificados de seguridad locativa, venta y recarga de extintores y hasta rifas, son algunas de las actividades adicionales que los bomberos se ven obligados a hacer para cubrir sus necesidades operativas: desde comprar la gasolina de la camioneta que utilizan como carro de bomberos con una unidad de intervención rápida, hasta las ‘bolsitas de agua’ que consumen para mitigar la sed y el calor después de cada emergencia.
La comandante Saray Piñuela Quintero manifiesta que la Alcaldía de Dibulla está desconociendo la Ley 1575 de 2012, la cual insta a los entes territoriales a ejecutar convenios con los Cuerpos de Bomberos para que se pueda garantizar la operación efectiva de los mismos.
“Para el periodo de Semana Santa, realizamos el convenio con la Alcaldía por periodo de cinco días, donde no hubo un solo caso de personas ahogadas, realizando aproximadamente 344 rescates gracias a que contamos con 15 unidades bomberiles altamente capacitadas”, manifestó.
Además de estar sin recursos, no cuentan con una sede adecuada. Hoy el Cuerpo de Bomberos de Dibulla funciona desde la casa de Saray Piñuela Quintero, debido a que entregaron las locaciones que tenían asignadas al mercado de Mingueo. Las instalaciones además de unidad bomberil funcionaban como bodega donde los campesinos almacenaban alimentos para ganado y en muchas oportunidades algunos bomberos se enfermaron por los fuertes olores de los productos.
“Decidimos entregar el sitio por no contar las normas de salubridad mínimas, además, para evitar percances con los campesinos que almacenan productos agrícolas en ese lugar”, subrayó la Comandante.
Los rescatistas piden ser “rescatados” para prestar un buen servicio al municipio con las condiciones mínimas que requiere su labor.
La situación deplorable de los bomberos les impide prestar un óptimo servicio y los hace objeto de constantes críticas.