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Sáb, May

Niños riohacheros instan a guajiros a no consumir carne de tortugas

Momento en el que los estudiantes hicieron la promesa de no comer la carne de las tortugas y hacer una campaña de concientización con sus familiares.

Península
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Los menores asistieron a un acto de liberación de una tortuga en la playa Valle de los Congresos en Riohacha.

El solo hecho de imaginarse un pedazo de carne de tortuga en un plato de comida les resultó repugnante a los niños de una reconocida institución educativa del Distrito quienes asistieron al acto de liberación de una tortuga verde en la playa Valle de los Cangrejos, en Riohacha.

"¡Queremos que ya no sigan atrapando a las tortugas para comérselas!", fue la expresión incisiva que hicieron los pequeños al ver como una tortuga verde volvía a su hábitat natural, luego de haber sido rescatada por funcionarios de la fuerza pública a un hombre que la habría raptado ilegalmente para su dieta personal el pasado sábado. 

De la mano con Corpoguajira, se logró la gestión para hacer el acto de liberación de la criatura marina en la mencionada playa de Riohacha, por ser propicio para su liberación porque a pocas millas tiene una extensión de un banco de pastos marinos importante en la costa del Departamento.

Acto de liberación

Un grupo de estudiantes que sus edades oscilan entre 8 y 10 años de edad, fueron los invitados al acto de liberación, para que entendieran sobre la preservación de las faunas, la educación ambiental, y lograr una sensibilización y sean conscientes de la importancia de estas especies en el ecosistema, además de la vulnerabilidad de las tortugas cuando son atrapadas para consumo de su carne.

La estudiante Rosario Favela Lara Mejía expresó que las tortugas no se pueden consumir porque están en peligro de extinción, “nosotros, como estudiantes nos hemos comprometido a hacer una campaña con nuestros padres, familiares y amigos, para motivarlos a no comer su carne, porque forman parte del ecosistema”.

“A estas especies marinas no se le pueden hacer daño, porque forman parte de nuestro ecosistema y destruyéndolos no llegaremos a nada, al contrario destruimos nuestro propia casa, porque las tortugas también son seres vivos como nosotros”, manifestó el estudiante Mario Andrés Echeverría Venegas. 

Las lágrimas en los niños no se hicieron esperar, cuando la tortuga fue liberada en la playa de Riohacha e inmediatamente aplaudieron con júbilo ante este escenario que ellos mismos catalogaron como “maravilloso”.


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