Los colombianos respiraron más tranquilos desde ayer en la mañana cuando se anunció que el gobierno nacional y el gremio de camioneros habían llegado a un acuerdo. Desde el jueves en la noche se dieron los primeros acercamientos y noticias sobre el mismo, lo que indicaba que el acuerdo era inminente.
Delegados del presidente Juan Manuel Santos y de los camioneros llegaron a un acuerdo para levantar el paro de 46 días que afectó la economía, el abastecimiento de víveres y la movilidad en el país. Ya con el acuerdo firmado cesa la inmovilización y queda formalmente levantado el paro en todo el territorio colombiano, lo que sin duda es un alivio para los campesinos en general que fueron los más afectados ya que vieron perder sus cosechas y lo peor la inversión y el esfuerzo económico que se perdieron y que será difícil de recuperar, ya que en este tipo de cese de actividades el más perjudicado es el campesino al que nunca tienen en cuenta en los arreglos.
El acuerdo quedó un acuerdo bien consolidado y ahora hay que seguir trabajando y a partir de este momento le decimos a los camioneros que retomen sus funciones y el gobierno a cumplir con lo pactado.
Este acuerdo se dio basado en la eficiencia y la eficacia, la transparencia en las relaciones entre todos los miembros de la cadena productiva que llegaron a un acuerdo de 27 puntos destacándose que no se volverá a la tabla de fletes, se seguirá con un sistema de costos eficientes que tiene como base la libertad vigilada y un valor de referencia; la mala noticia es que el gremio camionero reconoce que hay que hacer un incremento en el sistema de costos y de inmediato.
Este paro ha sido muy costoso, muy costoso para todo el mundo: afecto la economía, afectó al sector productivo, a los campesinos, a los hogares de los colombianos, más cuando se veía las pocas intenciones de diálogo para llegar a un acuerdo que beneficiara a las partes.
El conflicto estalló en reclamo de un mejor precio para los fletes y la disminución en los precios de los combustibles, entre otras exigencias. Más de 320.000 vehículos pararon en diferentes regiones del país. La huelga al principio fue pacífica, pero en los últimos días se vio afectada por problemas de orden público, especialmente en los departamentos de Boyacá, Antioquia, Bogotá y Nariño, dejando un centenar personas que fueron detenidas durante la huelga, varios policías resultaron heridos y una persona muerta durante algunos incidentes.
La huelga ocasionó pérdidas económicas, especialmente a los agricultores y al comercio, por más de 500 millones de dólares, lo que significa que hay que trabajar dura para recuperar esa plata perdida.