Moria, Grecia (AP) — El papa Francisco realiza una emotiva visita a Grecia el sábado para agradecer a su pueblo el recibimiento que ofrece a los migrantes y reunirse con refugiados mientras la Unión Europea ejecuta un controvertido plan para deportarlos a Turquía.
La televisora estatal griega ERT reportó que el pontífice se habría ofrecido a llevar a 10 refugiados — ocho sirios y dos afganos — con él cuando regrese al Vaticano. Preguntado sobre esta información, el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, dijo a The Associated Press: "En este momento no tengo nada que decir".
Sobre si tendría más información más tarde en el día, apuntó: "Cada momento tiene su importancia".
El Vaticano acoge ya a dos familias de refugiados, por lo que el gesto estaría en línea con el llamado de Francisco a Europa para que abra su corazón y sus fronteras a los más necesitados.
Muchos refugiados se arrodillaron y lloraron en su encuentro con el papa en el centro de detención de Moria, en la isla griega de Lesbos. Otros corearon "¡Libertad! ¡Libertad!" a su paso. Francisco se inclinó ante una niña arrodillada que lloraba desconsoladamente. Una mujer le dijo que su marido estaba en Alemania y que ella está varada en Lesbos con sus dos hijos.
"Los refugiados no son número, son gente que tiene cara, nombres, historias y necesitan ser tratados como tal", dijo el papa en un mensaje en Twitter.
El avión de Alitalia que trasladó a Francisco aterrizó en el aeropuerto de Mitilene poco antes de las 10:00 de la mañana. El primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, lo recibió a pie de pista, acompañado del líder espiritual de la iglesia cristiana ortodoxa y el arzobispo de Atenas, que es el jefe de la Iglesia de Grecia.
Durante su breve encuentro en el aeropuerto, el pontífice dio las gracias a Tsipras por la "generosidad" mostrada por el pueblo griego para acoger a los extranjeros a pesar de sus propios problemas económicos y pidió una respuesta a la crisis migratoria que respete las leyes europeas e internacionales, apuntó el Vaticano.
Tsipras, por su parte, dijo estar orgulloso por la respuesta del país "en un momento en que algunos de nuestros socios — incluso en la Europa cristiana — levantan muros y vallas para frenar a gente indefensa que busca una vida mejor".
Francisco y los dos líderes ortodoxos, que se separaron oficialmente de la fe cristiana hace 1.000 años, visitaron después el principal centro de detención de Lesbos para saludar a 250 de los refugiados que acoge.
Los líderes religiosos comerán con ocho de ellos para escuchar su relato sobre cómo huyeron de la guerra, los conflictos y la pobreza y sus esperanzas para lograr una vida mejor en Europa. Y rezarán juntos, arrojando una corona de flores al mar en memoria de los que fallecen intentando llegar a suelo griego.
La visita de cinco horas a la isla griega, el principal punto de entrada de migrantes al continente europeo, busca mostrar una respuesta unida del cristianismo ante la crisis humanitaria.
Horas antes de la llegada de Francisco al país, la agencia de control de fronteras europea, Frontex, interceptó una embarcación que transportaba a 41 sirios e iraquíes ante la costa de la isla griega de Lesbos. Los refugiados fueron detenidos y trasladados al puerto de Mitilene.