A finales de febrero Raúl de Molina se internó en un centro de rehabilitación con el objetivo de bajar de peso.
“Diciembre 31, los que me vieron les dije que iba a perder 20 kilos. Me lo metí en la cabeza y dije ‘oye, ya es el momento de hacerlo’. Peso de todas formas casi 35 kilos menos de cuando comenzó el programa El gordo y la flaca hace 20 años, pero hablé con mi esposa y le dije ‘no, Mili, yo tengo que hacer esto y hacerlo bien’. Me fui de la casa y me metí en un lugar donde voy a estar internado por tres semanas. Voy a estar allí y me van a cambiar la vida de cómo yo comer, lo que yo tengo que hacer, ejercicio… Voy a aprender”, explicó entonces.
Pasadas las tres semanas de internamiento, el presentador regresó a su casa y lo hizo con un notable cambio físico.
El estricto plan de comidas y ejercicios al que se enfrentó durante el último mes dieron finalmente sus frutos. El presentador concluyó su retiro con casi 12 kilos menos. Si bien aún le quedan otros 12 kilos por perder, Molina no puede estar más feliz con el resultado.