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Jue, Abr

El niño de Machuca

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Cesar Arismendy Morales

Cesar Arismendy Morales

Columna: Reflexiones

e-mail: cesaridys@hotmail.com

Economista de la Universidad de los Andes y Licenciado en Ciencia Sociales de la Universidad Distrital de Bogotá. Cursó estudios de Planificación del Desarrollo Rural y Urbano en la Universidad de los Andes y en el Instituto de Estudios Sociales de La Haya Holanda. Igualmente estudios de maestría en Desarrollo Regional en la Universidad de los Andes y cursos de Ciencias Políticas en la Universidad de Minnesota - Estados Unidos.



En lo relacionado con la morbimortalidad de niños menores de cinco años por desnutrición, en La Guajira ninguno de los 30 actores que participan en el sistema de protección integral de los derechos de los niños, incluyendo a las comunidades y a los medios de comunicación en su responsabilidad social pueden juzgar o jugar a ser como Dios. Aunque comparto que hay que revisar su modo de operar, el Programa Departamental de Alimentación y Nutrición - PAN por el nivel de su focalización y exigencias como subsidios condicionados, es muy diferente al de Guajira sin Jamuchiri y en estas circunstancias el ICBF no puede pasar de agache con la muerte de Esneider, el infante wayuu residente en la Ranchería Machuca Mayapo, en donde se encuentran un poco mas de 8 centros de Infancia - CDI en su área de influencia.

Esneider pudo haber sido uno de los 900 niños que el ICBF dice cubrir desde cualquiera de estos CDI catalogados como tradicionales. No estaba registrado en ellos y en su agonía los familiares lo trasladaron de la ranchería Machuca a Riohacha, en donde permaneció durante varios días en el Hospital Nuestra Señora de Los Remedios. En su última oportunidad, el dictamen médico fue de desnutrición severa (edematosa), hipoglicemia, hipotermia, choque séptico, diarrea persistente y deshidratación grave, un caso crítico de desnutrición según el protocolo de OMS, de allí fue remitido a la USIP GYOMEDICAL donde finalmente falleció. No es uno más, perdimos a Esneider y eso nos incumbe a todos.Está totalmente claro, que la malnutrición aguda se constituye en un signo determinante y contundente de que la vida está en peligro. La malnutrición crónica revela la existencia de causas y consecuencias de largo plazo en cuanto a la alimentación, salud o cuidados, generalmente vinculados con los precarios medios de vida o el deterioro de los mismos. ¿Por qué Esneider no fue identificado a tiempo como vulnerable desde estos CDI y con ello haberle salvado la vida? ¿Por qué la respuesta de su familia no fue más rápida para disponerle a tiempo los servicios médicos y clínicos que estos casos demandan como afiliados o no al Sistema General de Seguridad Social?

El primer interrogante lo resolveremos nosotros, los funcionarios públicos que en grado sumo tenemos la responsabilidad de coordinar la aplicación del sistema de protección de la niñez e infancia. La institucionalidad pública y privada se encuentra obligada a revisar internamente lo que estamos haciendo en esta materia para garantizar el derecho a la vida y a la salud de los niños y niñas en el territorio de La Guajira.

El Municipio debe liderar su Red Prestadora de Servicios de Salud, el Plan de Intervenciones Colectivas, los Programas de Seguridad Alimentaria, Alimentación Escolar, en coordinación con todas las entidades nacionales, departamentales y locales. En cumplimiento de la Ley 1098 de 2006 están obligadas a coordinar acciones a través de los comités de infancia y adolescencia con el fin de priorizar iniciativas de atención y prevención en las comunidades vulnerables.

El Departamento reorientará el PAN, que ahora es más urbano que rural. El área urbana deberá ser cubierta por los municipios. El PAN puede ajustarse y especializarse en la atención de las poblaciones indígenas y campesinas, en las áreas que complementen el trabajo del ICBF, institución que no siempre está abierta a los procesos de verificación de su responsabilidad misional, ya que no todo lo que se dice se hace. Tengo las evidencias.

Las empresas multinacionales de la minería y del sector de los hidrocarburos, que en el departamento son muchas, tienen la responsabilidad ética de intervenir. No se pueden hacer los de la "vista gorda". Ellas no pueden amasar riquezas en donde los niños mueren de hambre y desnutrición. Igual la comunidad. Esta debe cambiar. Pude conocer que la Ranchería Machuca gestionó proyectos con los recursos de los Resguardos Indígenas del Municipio de Manaure, pero no en nutrición y seguridad alimentaria. Lo hicieron en agua y mejoramiento de vivienda, pero lo pactado en acta no fue entregado por parte de los contratistas. Murió Esneider y se perdieron esos recursos. No se aplicaron para salvarle la vida.



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