Un profundo dolor embarga a una familia del barrio Cristo Rey, en Fonseca, tras la trágica muerte de Thiago Esteban Zuluaga Daza, un bebé de tan solo seis meses. El pequeño, mientras degustaba una golosina, se atragantó accidentalmente y dejó de respirar. Sus padres lo trasladaron con urgencia al hospital San Agustín, pero a pesar de los esfuerzos médicos, no lograron salvarle la vida.
En medio de la angustia, los padres solicitaron su remisión a un centro asistencial de mayor complejidad en San Juan del Cesar. Allí, los especialistas confirmaron que el infante había fallecido debido a una obstrucción total de las vías respiratorias, que impidió el paso del oxígeno hacia los pulmones. El lamentable hecho ocurrió el pasado sábado en horas de la noche, en la vivienda donde residía con sus progenitores, Julián Zuluaga Rojas y Noelia Daza.
Este doloroso episodio pone en evidencia uno de los riesgos más comunes y silenciosos a los que están expuestos los menores: el atragantamiento. Las autoridades sanitarias han insistido en que los niños menores de cuatro años no deben consumir alimentos que puedan atascarse fácilmente en la garganta, como caramelos duros, nueces, salchichas, uvas enteras o alimentos pegajosos.
La tragedia ha generado consternación en la comunidad, que se ha unido para acompañar a la familia en este difícil momento. Expertos en salud recomiendan, además de supervisar siempre la alimentación de los pequeños, que padres y cuidadores aprendan maniobras básicas de primeros auxilios, como la técnica de Heimlich adaptada para bebés, que puede salvar vidas en situaciones de asfixia.
