Al elevarse a seis el número de personas fallecidas en el percance de tránsito ocurrido el cinco de junio pasado en Riohacha, se dispararon las alarmas en la policía de carreteras y todo el sistema de transporte intermunicipal en La Guajira.
Para el experto en movilidad e instructor en conducción, Eduardo Núñez, el tema, aparte de las cifras de heridos y personas muertas por esta colisión violenta de los dos automotores, es de alta preocupación. Asegura que muchas veces estos percances ocurren por la falta de pericia y exceso de velocidad de los conductores con consecuencias fatales.
Advierte, que si bien esta es una región de abundante presencia de semovientes en la vía, que contribuyen a los accidentes, si los conductores tuvieran en cuenta las instrucciones y recomendaciones de las academias acompañadas de unos buenos cursos de manejo defensivo, se evitaría en la mayoría de los casos estos inconvenientes.
Recuerda Núñez que en estas carreteras de La Guajira no se pueden pasar los límites de velocidad de 140, 150 ó 160 k/h, sino 80 k/h. “Si nos damos cuenta la mayoría de conductores de vehículos particulares o de servicio público sobre pasan esta velocidad y no habiendo tampoco control de los entes encargados en las carreteras con sus pistolas y cámaras de medir la velocidad, los choferes abusan.
Dice el experto que en estos casos influye mucho la instrucción del conductor y que cuando este vea semovientes en la vía no tiene por qué hacer movimientos bruscos para evitar estos obstáculos imprevistos en la carretera, sino disminuir la velocidad o frenar. Todo ello se consigue si se maneja a velocidades prudentes, asegura.
“Siempre que se conduzca a velocidades excesivas es muy difícil enfrentar una emergencia que no deje consecuencias fatales, daños materiales y lo más lamentable pérdidas humanas, sobre todo si no se ha hecho un curso de manejo defensivo”, advierte el instructor
Concluye diciendo que siempre que se esquiva un obstáculo y se ocupa el carril contrario lo más probable es que se encuentre con otro vehículo de frente con las consecuencias ya conocidas, todo ello porque muchos conductores pasan por alto las normas o las desconocen totalmente, al no tener un curso de manejo defensivo que deben exigir las autoridades competentes a todos los conductores.