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Jue, Mar

Indígenas se acercan a Bogotá con un clamor de paz para sus territorios

Nacional
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Fusagasugá (Colombia), 18 oct (EFE).- Miles de indígenas partieron este domingo de Fusagasugá, en el departamento colombiano de Cundinamarca, para recorrer los últimos 80 kilómetros de un largo viaje que empezaron el jueves en Cali (suroeste) y tiene como destino Bogotá, con un clamor de paz para sus territorios.

Los manifestantes viajan en caravanas de "chivas", como se conoce en Colombia a unos tradicionales y coloridos autobuses de las zonas montañosas, y en vehículos particulares que hacen sonar sus bocinas a lo que curiosos respondieron en Fusagasugá vitoreando y despidiendo con las manos a las miles de personas que pasaron la noche allí.

"Nosotros vamos reclamando nuestros derechos y que en nuestro territorio haya paz, porque paz no hay. Estaban hablando de paz pero no la hay, el Gobierno que está, está pisoteando la paz y nos afecta a nosotros", cuenta a Efe Educardo López, guardia indígena de una comunidad del departamento del Cauca, en el suroeste de Colombia.

El objetivo de la minga indígena es llegar a Bogotá para presionar al presidente Iván Duque para que atienda sus peticiones, relacionadas con la defensa de la vida y el cese de la violencia que azota el suroeste de Colombia.

En un recorrido de unos 460 kilómetros, la caravana salió el miércoles de Cali; pasó el jueves por Armenia, capital del departamento del Quindío; el viernes estuvo en Ibagué, en el Tolima, y ayer llegó a Fusagasugá, en Cundinamarca.

Inicialmente los indígenas esperaban reunirse con el jefe de Estado en Cali, pero este envió una comisión conformada por varios ministros, los jefes de la Policía y el Ejército, al igual que otros funcionarios del alto Gobierno, lo que no los satisfizo y siguen reclamando un encuentro directo con Duque.

Protección a los manifestantes

López explica que la guardia indígena está repartida por toda la caravana con el objetivo de cuidar a la comunidad que participa en la minga, cuyo objetivo es defender "nuestro territorio, nuestras comunidades, las riquezas que hay en Colombia" para dejar un mejor futuro "para los jóvenes que están creciendo y los que están por nacer".

Lo que los indígenas reclaman del Gobierno es el cumplimiento de compromisos pactados que tienen que ver con la defensa de la vida y de sus tierras, al igual que acciones concretas para protegerlos de la violencia de grupos armados ilegales, entre otros asuntos.

En ese sentido, López asegura: "El Gobierno no nos ha cumplido con los compromisos que han tenido con nosotros. En Colombia no tenemos Gobierno, porque está diciendo que no está pasando nada y hay muchos asesinatos en nuestros resguardos".

El Cauca, departamento del suroeste de Colombia en donde empezó la minga, está en una espiral de violencia cuyo combustible principal son las disputas territoriales que libran disidencias de las Farc, la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y carteles del narcotráfico.

Según la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (ACIN), solo este año 76 comuneros han sido asesinados en esa región que con 84 resguardos es el departamento que alberga la mayor población indígena de Colombia.

El defensor como intermediario

El defensor del pueblo, Carlos Camargo, se reunió el sábado con los líderes de la protesta y ratificó que será "articulador y un factor de entendimiento entre las partes".

Al respecto, el alto comisionado para la Paz, Miguel Ceballos, señaló que este domingo se reunirá con el defensor y con los ministros del Interior, Alicia Arango, y de Salud, Fernando Ruiz, para escuchar lo que le dijeron los indígenas.

"Parece que hubo un buen tono, y en ese sentido estaremos dispuestos a escuchar al defensor del pueblo, el día de hoy", dijo Ceballos y agregó: "Que la minga y sus organizadores le cuenten al país cuál es el estado de salud de quienes participan en ella".

En su llegada a Bogotá, los indígenas serán alojados en el Palacio de los Deportes, un coliseo cubierto que fue adaptado por la Alcaldía para garantizar que los manifestantes puedan dormir allí sin problemas. EFE