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Los Juegos Bolivarianos, el comienzo del camino de Anthony Zambrano a París

Deportes - Nacional
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Bogotá, 22 jun (EFE).- Los Juegos Bolivarianos de Valledupar marcarán el inicio del ciclo olímpico del colombiano Anthony Zambrano, un camino hacía París 2024 que el subcampeón de los 400 metros de Tokio 2020 busca arrancar con el pie derecho en su casa, ante el público de la región de la que es oriundo.


A sus 24 años, el atleta nacido en Maicao, un pueblo del departamento caribeño de La Guajira, tratará de seguir mejorando en estos dos años para llegar a los Juegos Olímpicos en su mejor nivel y colgarse de nuevo una presea, como la que ya lo convirtió en el primer colombiano en ganar una medalla en una prueba de pista.

Los Bolivarianos, según su entrenador, el cubano Nelson Gutiérrez, serán la oportunidad para que Zambrano recupere su mejor nivel, pues aún "no está a tope".

"Más o menos vamos en un 90 ó 92 por ciento y es una competencia importante. Siempre ha estado en los planes estar en el ciclo olímpico completo y la idea es abrir en Valledupar, más cuando Colombia es la sede", expresó el técnico en una entrevista con el diario El Tiempo.

UNA CARRERA DISPARADA

Zambrano se formó como deportista en Barranquilla, la principal ciudad del Caribe colombiano, pero su crecimiento lo consiguió en Quito, donde se entrena desde hace varios años bajo la batuta del cubano Gutiérrez.

El de 2019 fue el año de su gran irrupción: oro en los Juegos Panamericanos de Lima y plata en el Mundial de Doha, una esperanza sorpresiva para Colombia que no tenía en el radar a un deportista que, hasta ese momento, había pasado desapercibido.

Con la confianza arriba, el atleta se puso como objetivo conseguir una medalla en los Juegos Olímpicos de Tokio. Su personalidad arrolladora, que destaca en todos los lugares a los que llega, es la que le permitió llegar a Japón como uno de los favoritos.

La presión por los flojos resultados que había obtenido su país hasta ese momento en las competencias, el reconocimiento que lo hizo sentir como una estrella de la magnitud de Caterine Ibargüen, campeona olímpica del salto triple en Río 2016, y la molestia que estuvo a punto de sacarlo de la carrera decisiva no fueron impedimento para que Zambrano cumpliera su sueño.

El 5 de agosto del año pasado disputó la final de los 400 metros y con su actitud positiva llegó al partidor, como suele hacerlo, con una cadena colgada en el cuello y unos aretes dorados en los que se ve el "400".

Esto también le permitió escalar cuatro posiciones en los 100 metros finales para derrotar a sus rivales y quedarse con la plata, un sueño cumplido que ya refrendó con miras París 2024 y un camino que arrancará en su casa, en los Juegos Bolivarianos.


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