La elección de Prevost se produjo en la cuarta votación del cónclave, que contó con la participación de 133 cardenales.
El 8 de mayo de 2025, la fumata blanca emergió de la chimenea de la Capilla Sixtina, anunciando la elección del nuevo Papa. Minutos después, el cardenal protodiácono Dominique Mamberti proclamó desde el balcón central de la Basílica de San Pedro: “Habemus Papam”. El elegido fue el cardenal Robert Francis Prevost, quien adoptó el nombre de León XIV.
Nacido en Chicago en 1955, Prevost es miembro de la Orden de San Agustín y posee doble nacionalidad estadounidense y peruana. Durante años, sirvió como misionero en Perú, donde fue obispo de Chiclayo y adquirió la ciudadanía peruana en 2015. En 2023, el Papa Francisco lo nombró prefecto del Dicasterio para los Obispos y presidente de la Comisión Pontificia para América Latina, roles que lo posicionaron como una figura influyente en la Iglesia.
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La elección de Prevost se produjo en la cuarta votación del cónclave, que contó con la participación de 133 cardenales. Su perfil pastoral, experiencia misionera y compromiso con América Latina fueron factores clave en su elección.
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Al asumir el nombre de León XIV, el nuevo pontífice se convierte en el primer Papa en llevar este nombre desde León XIII, quien lideró la Iglesia entre 1878 y 1903. Este gesto podría interpretarse como un guiño a la tradición y al mismo tiempo una señal de continuidad con las reformas iniciadas por sus predecesores.
Tras su presentación, el Papa León XIV impartió la bendición “Urbi et Orbi” desde el balcón de la Basílica de San Pedro, marcando el inicio de su pontificado y ofreciendo un mensaje de esperanza y unidad a los fieles de todo el mundo.