La situación de los comunicadores sociales y periodistas en América Latina y el Caribe es muy delicada; sumaron 18 de los 67 periodistas asesinados en el último año, lo que supone el 26 % de los profesionales de los medios de comunicación que han muerto en el mundo en el ejercicio de sus funciones.
Las diferentes Ongs señalan a México como el segundo lugar más peligroso para la profesión, tras Gaza, lo que es realmente lamentable que en país democrático, es importante que se respete la vida de los comunicadores; de ser lo contrario, comienzan a formarse las dictaduras y los imperios que no reconocen el valor de la libertad y de la democracia.
Vale la pena recordar que además el 79 % de los 67 profesionales, 64 hombres y 3 mujeres, asesinados en los últimos doce meses -del 1 de diciembre de 2024 a la misma fecha de 2025- en el mundo fueron víctimas de la guerra o del crimen organizado y se trata de un muerto más que el año pasado, muy lejos de los 142 de 2012, la mayor cifra en dos décadas.
Con nueve periodistas asesinados, México se sitúa como el segundo lugar del mundo más peligroso para la profesión, detrás de Gaza, con 29 y delante de Ucrania, con tres. Se trata de Calletano de Jesús Guerrero, Kristian Uriel Martínez Zavala, Raúl Irán Villarreal Belmont, José Carlos González Herrera, Ángel Sevilla, Melvin García, Ronald Paz Pedro, Miguel Ángel Beltrán Martínez y Salomón Ordoñez Miranda.
En Ecuador están Patricio Ernesto Aguilar Vásquez y Darwin Baque; Haití, Jimmy Jean y Markenzy Nathoux; Perú, Gastón Medina Sotomayor y Raúl Celis López; Colombia, Oscar Gómez Agudelo; Guatemala, Ismael Alonzo González y Honduras con Javier Hércules, para completan la lista de países de América Latina y del Caribe con periodistas asesinados en el ejercicio de su profesión
Un año después de la llegada a la presidencia mexicana de Claudia Sheinbaum, los gremios periodísticos han reprochado el fracaso en la protección de los periodistas, pese a los compromisos que asumió con la organización. Y es que en México, el crimen organizado es responsable del aumento alarmante de los asesinatos de periodistas en 2025, el año más mortífero en el país en al menos tres años.
Este fenómeno se está extendiendo en una especie de "mexicanización" de América Latina; en la lista de mayores depredadores de la libertad de prensa en 2025, publicada este otoño, ya situaba al cartel de Jalisco Nueva Generación, en México, entre los peores.
Con nueve periodistas asesinados, México también ocupa el segundo puesto de países en los que se registra un mayor número de periodistas desaparecidos, con 28; detrás Siria con 37 y delante de Irak con 12.
No hay que olvidarse de la existencia de otros tres periodistas desaparecidos en Nicaragua; dos en Perú, al igual que en El Salvador y Guatemala, así como uno en Haití. Por lo que hasta el 1 de diciembre de 2005, 40 de los 135 periodistas que siguen desaparecidos en todo el mundo son de países de América Latina y el Caribe. Algunos llevan más de 30 años con paradero desconocido y no se salva ningún continente.
En el apartado de periodistas encarcelados, ocho de los 503 que se encontraban en esa situación en 47 países de todo el mundo eran de la región, donde Venezuela acumula la mayor cifra, con seis y Guatemala y Nicaragua tiene uno cada país. Por otra parte, uno de los veinte periodistas secuestrados en el mundo, está en la región, en concreto en México: Alan García Aguilar.
Un capítulo merece especial atención, la represión y obstáculos que los periodistas han encontrado en muchos países del mundo para informar sobre manifestaciones, generalmente por las fuerzas del orden, y en especial a Ecuador.
En el país latinoamericano, al menos 55 periodistas han sido atacados desde el 22 de septiembre pasado, tanto por las fuerzas del orden como por desconocidos, mientras cubrían las protestas contra el aumento del precio del diésel; el último tiroteo hirió gravemente a Edison Muenala, periodista y productor de Apak TV.
Debido a las guerras o a las políticas represivas contra los periodistas, cada vez son más los que se ven obligados a exiliarse, ya sea de países que siguen purgando su territorio de todos los medios independientes o de otros que se han vuelto particularmente cerrados desde 2025.