28
Jue, Mar

La ciudad de las dos ciudades (Primera parte)

Columnas de Opinión
Tamaño Letra
  • Smaller Small Medium Big Bigger

Escrito por:

Alejandro Rutto Martínez

Alejandro Rutto Martínez

Columna: Opinión

e-mail: alejandrorutto@gmail.com



Qué tienen en común Santa Marta y Río de Janeiro? ¿Riohacha y Nueva York? ¿Cartagena y Sao Paulo? ¿París y Maicao? Aunque las diferencias son notorias entre los centros urbanos mencionados, todos tienen algo que las hace semejantes:

en cada uno de ellos existe no una, sino dos ciudades. Por un lado está la ciudad de las personas que tienen un empleo decente o son propietarios de sus propias empresas y por el otro las personas cuyo trabajo diario es salir a buscar trabajo; por una parte tenemos los barrios en donde están resueltas las necesidades prioritarias y por otra las zonas deprimidas en donde cada ciudadano debe hacerle frente a las más aterradoras manifestaciones de la pobreza extrema.

En un extremo se ubican los barrios en donde los servicios públicos se ofrecen sin dificultades aunque a altos costos y por el otro están aquellos vivideros en donde sus habitantes sufren despiadados racionamientos en el suministro de agua potable ("agua potable" es la forma decente de llamar a cierto líquido turbio que llega por las tuberías o a través de los carro tanques) y energía eléctrica. En un lugar están aquellos barrios caracterizados por el orden, la limpieza y el silencio acogedor y en otro aquellos en donde la informalidad, el desaseo y el ruido hacen parte del paisaje cotidiano.

Así son las cosas en las ciudades latinoamericanas y también en algunas de las principales urbes del mundo. La pobreza últimamente no está respetando fronteras, ni banderas y se infiltra, sin que nadie la note al principio, aún en las naciones consideradas como de "mejor familia". Aún están frescas las violentas manifestaciones de París en las que participaron jóvenes, principalmente. Según el Instituto de Estadísticas e Impuestos más de tres millones 600 mil personas (el 6.1% de la población) tienen un nivel de vida inferior al umbral de pobreza. ¡Y estamos hablando de uno de los países más civilizados del mundo!

La situación de Francia, empero, no es un caso aislado en el Viejo Continente. Hace algún tiempo funcionarios de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) en Europa la pobreza, estimada sobre la base de ingresos inferiores a los 2 dólares por día, afecta al 21 por ciento de la población, mientras el 5 por ciento sufre a causa de la inseguridad alimentaria.



Ingreso de Usuarios