El Administrador Apostólico de la Diócesis de Cúcuta, Monseñor José Libardo Garcés Monsalve, nombró al padre Rafael Humberto Cárdenas Leal, párroco de San Martín de Sardinata, como el nuevo sacerdote con licencia para practicar exorcismos en esta Iglesia Particular.
Luego de la muerte de Monseñor Pedro Alejandrino Botello, el pasado 16 de junio, la Diócesis de Cúcuta no contaba con un sacerdote autorizado para realizar exorcismos, ya que Monseñor Pedro era el único habilitado para hacerlo.
“Lo tomo con obediencia, porque es la Iglesia y mi Obispo quien me pide esto. Sé que soy supremamente limitado, pero cuento con Dios y la protección de la Iglesia, entonces lo haré”, expresó Cárdenas en una entrevista con el Periódico La Verdad.
El presbítero de 64 años agregó: “A nosotros se nos ha enseñado en un 99 %, que la actuación del demonio es la tentación y el ejemplo más claro es Adán y Eva en El Paraíso. Y a nosotros, el demonio nos presenta el mal, pero bajo la apariencia del bien, entonces uno no puede ver en todos lados al demonio, porque la tentación sí está ahí, pero recordemos que como bautizados, nosotros somos de Cristo y formamos un solo cuerpo con Él y nuestra alianza es con Él, por lo que no hemos hecho ningún pacto con el demonio. Además, pensemos en que, por ejemplo, a nuestra casa entra a quien le damos permiso de hacerlo, y nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, no vamos a darle permiso al mal de entrar. Debemos tener esto claro”.
Por Derecho Canónico, al Obispo le corresponde pedir en el nombre de Jesucristo, que una persona o un objeto sea protegido contra las asechanzas del maligno, es decir, realizar exorcismos. En vista de las múltiples ocupaciones de un prelado, puede delegar y darle licencia a un presbítero de su Diócesis, para que atienda estos casos. Dice el Derecho Canónico en el numeral 1172: “Sin licencia peculiar y expresa del Ordinario del lugar, nadie puede realizar legítimamente exorcismos sobre los posesos. El Ordinario del lugar concederá esta licencia solamente a un presbítero piadoso, docto, prudente y con integridad de vida”.