"a pesar que la venta se llevó a cabo, les corresponde a las autoridades regionales ponerse las pilas y lograr siquiera una "untada" de ese recurso en sus territorios"
Con toda la negativa ciudadana para que no se vendan los activos públicos, y mucho menos aquellos que generan rentabilidad para la nación, el gobierno central se empeñó en enajenar a través de "subasta de uno" de las últimas joyas de la corona.
Pretender que un privado sea doliente de los intereses colombianos es como pensar que el FMI diseñe políticas económicas a favor de los más vulnerables de aquellos Estados con economías emergentes. Y la indignación nacional no sólo es por la venta, sino por los destinos en que se pretende exclusivamente invertir, el cemento.
Ahora solo queda a quienes se opusieron -Procuraduría, Contraloría, 80 Senadores, Partidos Políticos como Centro Democrático, Conservador y Liberal, Polo Democrático entre otros, expertos economistas y ciudadanía en general- el camino judicial mediante acciones que busquen retrotraer, anular o volver a su statu quo las cosas. Enredaron la sonora queja nacional contra la venta de Isagen con una pataleta de la oposición y lo despreciaron. Como diría el fotógrafo, como quedo quedó.
Sin embargo, y a pesar que la venta se llevó a cabo, entrados en gastos les corresponde a las autoridades regionales ponerse las pilas y lograr siquiera una "untada" de ese recurso en sus territorios.
El escenario está dado para poner nuevamente como guajiros en general el dedo en llaga y por enésima vez, pedir del Presidente Santos y su Ministro de Hacienda la voluntad y decisión de invertir los recursos públicos necesarios para la II etapa de la Represa del Ranchería, así sólo se haya determinado específicamente que los dineros provenientes de la venta del activo, se deben dirigir a financiar vías. No es posible que después de ingentes recursos públicos, un sector pretenda a través de APP poner en marcha el sueño de los hijos de Padilla.
La región está padeciendo una de sus peores crisis por causa de los devastadores efectos producidos por el fenómeno del niño y ello indica que, los recursos deben dirigirse a la intervención económica y ambiental que apacigüe la debacle de nuestros agricultores y la escases de nuestras cuencas hidrográficas. He ahí los mayores inconvenientes para generar crecimiento económico en la región ya que si no producimos la tierra que Dios nos dio, sobrarían en suma las carreteras en perfecto estado sino tiene quien las transite en el transporte de bienes.
El clima político en el Departamento está dado para que por primera vez unamos esfuerzos -desde los congresistas, gobernadora, alcaldes, diputados, concejales, ediles, sociedad civil y diversas agremiaciones- ante el gobierno nacional y las pretensiones sean a una sola voz, y no seguir como golondrinas solitarias tocando puertas sin obtener mayores resultados que impacten hacia el desarrollo.
Del liderazgo y la capacidad operativa que se asuma, llegaremos a los resultados esperados por todos, frente a las diversas problemáticas. Hoy son muchos los políticos que la actitud y las posturas que asuman marcaran su futuro.
Esquirla: No es negocio para el Estado Colombiano hacer una inversión y luego concesionarla para que paguemos lo que los privados no se han gastado. Esa ecuación debe revisarla el gobierno.
Por: Roger Mario Romero Pinto
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