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Sáb, Dic

“Hay que saber escuchar a la gente, saber amarla, ponerse en el lugar del otro y perdonarlo”

Informe Especial
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Así hablaba monseñor Luis Adriano Piedrahita, el hombre que dio testimonio con su vida.

El alto prelado de la Iglesia católica, tras su partida a sus 74 años de edad, la comunidad cristiana en Santa Marta reconoce su entrega por el bienestar del prójimo y su amor por esta ciudad. Su vocación sacerdotal desde que era un niño lo llevó a cumplir su misión eclesiástica.

La comunidad católica de la ciudad de Santa Marta se encuentra conmovida ante el fallecimiento de monseñor Luis Adriano Piedrahíta, obispo de la Diócesis de Santa Marta, quien no resistió los embates de la Covid-19, enfermedad que por 20 días lo mantuvo hospitalizado en la clínica Avidanti. Es de resaltar que es el primer fallecimiento de un alto prelado de la Iglesia católica en Colombia a causa de la pandemia y la primera vez en la historia que Santa Marta se queda sin Obispo bajo estas circunstancias. Así lo confirmó Luz Marina Medina, coordinadora de la oficina de comunicación de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC).

Por otro lado, monseñor Dairo Navarro Escobar, vicario general de la Diócesis de Santa Marta, indicó que el alto jerarca de la Iglesia católica de la ciudad siempre puso en práctica la caridad a través de la Pastoral Social, asistiendo con mercados y ayudas económicas a la comunidad y personas necesitadas de la ciudad; sus prácticas de esta virtud también alcanzaron a los sacerdotes necesitados. “Siempre hablaba del amor y le gustaba escuchar. Mantuvo presente una frase que decía: Hay que saber escuchar a la gente, saber amarla, ponerse en el lugar del otro y perdonarlo. Este siempre fue su lema. Fue un hombre espiritual que nos dio testimonio con su vida”, dijo.

Jesús Orozco Pabón,  párroco.
Jesús Orozco Pabón, párroco.

Por otra parte, el párroco de la Iglesia Nuestra Señora de La candelaria, Jesús Orozco Pabón, mencionó el papel importante que ejercía monseñor Luis Adriano Piedrahita en la comunidad. “Su vocación sacerdotal le permitió ser un hombre entregado a Dios y a las personas que buscaban de él; siempre estuvo dispuesto a atenderlos cuando más lo necesitaban. Monseñor para nosotros fue obispo, padre y un buen amigo”.

¿Quién era monseñor Luis Adriano Piedrahita?

Monseñor Luis Adriano Piedrahita Sandoval nació en Palmira el 7 de octubre de 1946. Cursó sus estudios de primaria en el Colegio Pío XII de los Padres Franciscanos; los de secundaria en el Seminario Menor de Cali y siguió los ciclos Filosófico y Teológico en el Seminario Mayor San Pedro Apóstol de la misma ciudad. Ya sacerdote, obtuvo la Licenciatura en Teología Moral en la Academia Alfonsiana de la Pontificia Universidad Lateranense de Roma.

Casi 49 años en la vida sacerdotal

Fue ordenado sacerdote el 29 de octubre de 1972, incardinándose a la Arquidiócesis de Cali.

En el ejercicio de su ministerio presbiteral desempeñó los siguientes cargos: Vicario Parroquial de la Parroquia Santa Ana en Cali (1972-1974); Párroco de la Parroquia La Santa Infancia en Cali (1977-1984); Párroco de la Parroquia San Juan Bautista en Cali (1984-1986); Párroco de la Parroquia Inmaculado Corazón de María en Cali (1986-1992); Párroco en la Parroquia de Cristo Resucitado, desde 1992 hasta 1999.

Sus servicios pastorales

Simultáneamente con estos oficios prestó también los siguientes servicios pastorales: Capellán del Colegio Sagrado Corazón (1977-1982); Profesor de Teología Moral en el Seminario Mayor Arquidiocesano (1979-1988); Auditor del Tribunal Eclesiástico Regional (1981-1984); miembro del Colegio de Consultores (1983-1988); Arcipreste del Arciprestazgo Nº 2 por tres períodos (1983-1984; 1986-1988; 1992-1994); Miembro del Equipo de Formadores del Seminario Mayor Arquidiócesano (1984-1986); Vicario Pastoral para la Zona Sur (1988-1990); Vicario Judicial Adjunto del Tribunal Eclesiástico Regional y Vicario Episcopal de la Zona Nº 3, cargos que desempeñó desde 1992 hasta 1999.

Seis años como Obispo de Santa Marta

El 19 de Julio de 1999 Su Santidad Juan Pablo II lo nombró Obispo Titular de Centenaria y Auxiliar de Cali, recibió su ordenación episcopal el 8 de septiembre de 1999. El 3 de Julio de 2007 Su Santidad Benedicto XVI lo nombró Obispo de la Diócesis de Apartadó. El 5 de agosto de 2014 el Papa Francisco lo nombró obispo de la diócesis de Santa Marta. Tomó posesión de la jurisdicción el 8 de octubre de 2014.

En medio del dolor en la comunidad cristiana se conoció que los restos de monseñor Luis Adriano Piedrahita, Obispo de la Diócesis de la ciudad reposarán en la Catedral Basílica de Santa Marta.
En medio del dolor en la comunidad cristiana se conoció que los restos de monseñor Luis Adriano Piedrahita, Obispo de la Diócesis de la ciudad reposarán en la Catedral Basílica de Santa Marta.Como un testimonio de vida

Como un gran evangelizador, así lo veían las personas que religiosamente asistían a sus ceremonias a quien dejaba el mensaje de Dios. A través de la Homilía de la Palabra hablaba con el público, lo aconsejaba y reiteraba los valores éticos, morales y personales para el bienestar de las familias residentes en Santa Marta.

Siempre fue una persona respetada por sus discípulos, quienes veían en él un digno ejemplo a imitar. Los sacerdotes seguían sus recomendaciones, especialmente la de evangelizar a la población que carecía de principios religiosos, en la que el desconocimiento de la fe cristiana y del valor y aprecio por los demás los llevaba a cometer sacrilegios, amparados en el desconocimiento del amor a Dios y del amor hacia el prójimo.

Hasta última hora, sus discípulos, es decir, los sacerdotes que integraban la Diócesis estuvieron pendientes de su estado de salud, los padres Jesús Orozco Pabón, José Alfredo Ordóñez, Fajib Yacub, Alexander Amariles, Mario Monsalve y todos los demás sacerdotes encomendaron al Pastor de la Iglesia en Santa Marta en sus oraciones diarias en unión de la feligresía, y también oraron por la salud de monseñor Ugo Puccino Banfi, obispo emérito de la ciudad, también afectado por la Covid 19

Desde el momento de conocerse su deceso, la bandera que identifica la Diócesis de Santa Marta se encuentra a media asta en el Palacio Episcopal en señal de duelo por la muerte del representante de Cristo en esta parroquia.

Restos del Obispo reposarán en la Catedral Basílica de Santa Marta

En medio del dolor en la comunidad se conoció que los restos del jerarca de la Iglesia católica reposarán en la Catedral Basílica de Santa Marta.
Debido a las medidas de bioseguridad por la pandemia de la Covid- 19 y para evitar aglomeraciones, las honras fúnebres serán virtuales y se transmitirán a las 9:00 de la mañana a través de la emisora Voces, dirigida por el padre Jesús Orozco Pabón. Esta casa Periodística enlazará la transmisión para ofrecerla a sus lectores
No se permitirá el ingreso de personas, como medida de protección y únicamente participarán los miembros de la Diócesis.

La Santa Sede deberá designar encargado en la Diócesis

El Consejo de Consultores, es una figura integrada por siete sacerdotes allegados al Obispo. Ellos se reúnen y entre los 75 sacerdotes que componen la Diócesis de Santa Marta designan un Administrador Diocesano, el cual debe ser notificado a la Presidencia de la Conferencia Episcopal y a la Nunciatura Apostólica.
El Administrador Diocesano permanecerá en el cargo hasta que llegue la designación del obispo en propiedad.

La otra figura para llenar la vacante es la designación de un Administrador Apostólico desde la Santa Sede, el cual puede ser un sacerdote de cualquier parroquia del mundo, o un Obispo Auxiliar, quien permanecerá en el cargo hasta ser ratificado o se nombre a alguien en propiedad por el mismo Papa Francisco.


Para la designación de obispos

Los Obispos diocesanos de la misma provincia eclesiástica o de la misma Conferencia Episcopal tienen la obligación de elaborar y mantener actualizada una lista de presbíteros idóneos para el episcopado. Entre estos presbíteros han de incluir los sacerdotes que no están incardinados en las diócesis, pero residen en su territorio. Además, cada Obispo diocesano puede dar a conocer particularmente a la Sede Apostólica nombres de presbíteros que considere dignos e idóneos para el oficio episcopal.

Cada vez que se produzca una vacante en una diócesis, el Delegado Apostólico ha de proponer a la Santa Sede una terna de nombres, previa una investigación sobre la idoneidad de los candidatos y demás circunstancias que concurran en la diócesis.

En la Santa Sede el organismo competente, tanto para recibir las listas que han de elaborar los Obispos como para recibir la terna de nombres que propone el Legado pontificio es la Congregación para los Obispos como norma común, o la Congregación para la Evangelización de los Pueblos si la diócesis está confiada a este dicasterio.

El Papa necesitará la ayuda de diversos organismos para poder llevar a cabo la elección. Al menos cada tres años, los Obispos de la provincia eclesiástica o, donde así lo aconsejen las circunstancias, los de la Conferencia Episcopal, deben elaborar de común acuerdo y bajo secreto una lista de presbíteros, también de entre los miembros de institutos de vida consagrada, que sean más idóneos para el episcopado, y han de enviar esa lista a la Sede Apostólica, permaneciendo firme el derecho de cada Obispo de dar a conocer particularmente a la Sede Apostólica nombres de presbíteros que considere dignos e idóneos para el oficio episcopal.

“Su vocación sacerdotal le permitió ser un hombre entregado a Dios y a las personas que buscaban de él".