En conversación con Juan Carlos García Otero, gerente de Asuntos Sociales de Cerrejón, quedó claro que el panorama ha mejorado, pero aún no despega del todo. Aunque la intensidad de los paros ha bajado, la duración de los bloqueos sigue siendo el gran dolor de cabeza para la operación minera y para toda la cadena productiva que depende de su actividad diaria.
García Otero reconoció que existe un avance frente a meses anteriores, y agradeció que los bloqueos hayan perdido fuerza. Sin embargo, fue indicó si la región quiere más empleo, mayor tributación y un flujo constante de recursos que impulsen el desarrollo, se necesita una operación sin interrupciones. Para él, la continuidad es importante que fortalece la credibilidad del departamento ante inversionistas y actores nacionales.
La región empieza a reaccionar
El directivo valoró especialmente la reciente participación de comerciantes de Albania y otros sectores económicos que se volcaron a rechazar los bloqueos. Según afirmó, ese respaldo no se interpreta como una defensa exclusiva a Cerrejón, sino como una manifestación a favor de todos los habitantes del territorio. A su juicio, la comunidad entiende cada vez más que las interrupciones afectan a empresas, trabajadores, transportadores, familias y al ecosistema económico que sostiene a cientos de hogares.
García Otero sostuvo que Cerrejón se siente parte de la población guajira, un actor más del entorno que sufre o se beneficia según las acciones que ocurran alrededor. Por eso insiste en que la conversación debe centrarse en cómo evitar prácticas que golpean el desarrollo colectivo, sobre todo cuando las pérdidas de tiempo y productividad terminan frenando proyectos claves para el departamento.
Retos y proyección para el 2025 y 2026
De cara al próximo ciclo, el gerente reconoció que todavía quedan dificultades por resolver. La empresa mantiene una producción limitada debido a los bloqueos y a las restricciones de comercialización que han afectado al sector minero en general. Aun así, reiteró que el compromiso de operar sigue firme como también generar empleo, aportar tributos, dinamizar la economía y sostener oportunidades para la población.
“El tren 1009 no se detiene”, expresó, usando la metáfora para indicar que la compañía permanecerá trabajando por La Guajira. Según él, ese es el motor que permitirá que la región avance en su búsqueda de desarrollo, siempre que existan las condiciones para operar sin interrupciones.
Con este mensaje, García Otero hizo un llamado que consiste en consolidar un escenario de cero bloqueos no es solo un objetivo empresarial, es una necesidad urgente para todo el territorio. Solo así —dijo— la región podrá avanzar hacia la prosperidad que sus habitantes esperan y merecen.
