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Mié, May

Notas dulces para una laguna que está salá

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Cesar Arismendy Morales

Cesar Arismendy Morales

Columna: Reflexiones

e-mail: cesaridys@hotmail.com

Economista de la Universidad de los Andes y Licenciado en Ciencia Sociales de la Universidad Distrital de Bogotá. Cursó estudios de Planificación del Desarrollo Rural y Urbano en la Universidad de los Andes y en el Instituto de Estudios Sociales de La Haya Holanda. Igualmente estudios de maestría en Desarrollo Regional en la Universidad de los Andes y cursos de Ciencias Políticas en la Universidad de Minnesota - Estados Unidos.



La Guajira cuenta con una diversidad de atractivos naturales y culturales para consolidarse como destino eco y etnoturístico en el Caribe colombiano. El deterioro físico de las áreas de conservación, el tráfico ilegal de especies de fauna y flora, la tala y quema indiscriminada de los recursos forestales, el saqueo, la producción y mal manejo de las basuras, la construcción de grandes obras de infraestructura que se imponen a la naturaleza, la falta de conciencia ecológica ante el daño producido y la carencia de valores culturales que lleven a los individuos a ser más conscientes de la pérdida de los recursos naturales, se constituyen en las principales amenazas.

La Laguna Salada es el mayor cuerpo de agua del área urbana de Riohacha. Anteriormente era todo un ecosistema unido al delta del Río Ranchería con una gran población de aves migratorias y nativas. La extensión de sus aguas fue de tal magnitud que el 25 de mayo del año 1820, el Almirante José Prudencio Padilla infringió un duro golpe a la resistencia que ejercían los navíos de la armada española, comandada por el coronel Vicente Sánchez Lima, dando origen a la batalla naval de la Laguna Salada.

La reducción de su ecosistema se aceleró a partir del 1960, año en que por la construcción de la carretera Troncal del Caribe se taponan diferentes canales de comunicación con la zona de inundación del brazo del Riito. Es decir, se obstruyeron los drenajes que facilitaban el intercambio con el río Ranchería. Los levantamientos topográficos realizados en 1984 indicaban que su extensión era de 11 hectáreas. Estudios realizados a finales de siglo XX determinaron un área de 1.27 hectáreas. En la actualidad la abundancia de plantas invasoras como la enea y la taruya están secando el espejo de agua.

Que hemos hecho por salvar a la laguna? Nada. Ella está verdaderamente salá. No ha tenido suerte con la administración de la ciudad. Con el acuerdo 024 de diciembre 9 de 1975, la administración municipal de Riohacha le reconoció su valor histórico. Con el Acuerdo 028 de 1983 y la Ordenanza 031 de 1986 se declaró como patrimonio histórico y cultural. Se ordenó la construcción de un parque para el desarrollo de actividades recreativas, deportivas, turísticas y de carácter histórico.

Con el Acuerdo 03 de 2001, se estableció el desarrollo de un Plan Parcial de Mejoramiento Integral en la zona de influencia de la Laguna Salada. Dado que estos mandatos no se concretaron en acciones institucionales, en noviembre de 2001 el Tribunal Contencioso Administrativo de La Guajira, falló una acción popular para que el Municipio de Riohacha y la autoridad ambiental tomaran las medidas de control y preservación de la Laguna Salada, lo que trajo el cerramiento perimetral, que recupera naturalmente el mangle, pero no que protege el espejo de agua. El pasado 25 de mayo se conmemoraron los primeros 190 años de la batalla de la Laguna Salada. En la ciudad se ignoró dicho acontecimiento.

Ante esta realidad, la autoridad ambiental debería generar un acuerdo interinstitucional de largo aliento para desarrollar obras y acciones de vigor, aprovechando el bicentenario de esta batalla naval de importancia en la consolidación de la independencia y la soberanía de la nación. La laguna requiere una dulce gestión para que siga viva. Tenemos 10 años para que todos trabajemos unidos por ella. A los ciudadanos del municipio de Riohacha, los invito a que nos veamos el 25 de mayo del 2020 en la entrada principal del Jardín de Historia Natural de la Laguna Salada. Yo estaré allí esperándolos, lo prometo.



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