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Dom, May

Descubriendo a La Guajira

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Cesar Arismendy Morales

Cesar Arismendy Morales

Columna: Reflexiones

e-mail: cesaridys@hotmail.com

Economista de la Universidad de los Andes y Licenciado en Ciencia Sociales de la Universidad Distrital de Bogotá. Cursó estudios de Planificación del Desarrollo Rural y Urbano en la Universidad de los Andes y en el Instituto de Estudios Sociales de La Haya Holanda. Igualmente estudios de maestría en Desarrollo Regional en la Universidad de los Andes y cursos de Ciencias Políticas en la Universidad de Minnesota - Estados Unidos.



El arroyo Aguas Blancas es una fuente de agua que desaparece justo debajo del puente denominado "Chivo Feliz", en la vía que comunica a Riohacha con Valledupar. Al lado derecho de esa carretera, 10 kilómetros al norte del casco urbano de Hatonuevo, inmerso en el resguardo wayuu de Lomamato, se esconde un nicho de vida y biodiversidad.

Siempre pasamos por allí, pero no lo vemos. Es un lugar que aún está por descubrirse, constituyéndose en un tesoro ambiental de La Guajira.

El arroyo Aguas Blancas fluye de manera intermitente y temporal. Sin embargo, cuenta con una corriente de agua perenne que se surte de la compleja red hídrica subterránea de la Sierra Nevada de Santa Marta, que aflora en el pozo Los Canales y hace un recorrido de aproximadamente 1.5 Km, mostrando a su paso un espectáculo en medio del cauce rocoso que se ha forjado en su drenaje natural. Luego de este colorido recorrido, el arroyo se pierde por efectos de la infiltración, convirtiéndose nuevamente en subterráneas para continuar su recorrido natural y aflorar aguas abajo en medio de los mantos de carbón del Cerrejón, hasta verter sus aguas en el rio Ranchería.

Si entramos y detallamos el lugar, vemos un enclave del bosque seco tropical, el cual se establece en las riberas del arroyo formando un tapete forestal denso que protege los diferentes remansos de agua de la exposición directa de los rayos solares, evitando de esta manera la pérdida constante del liquido vital. Solamente una naturaleza generosa es capaz de crear y mantener un ecosistema tan diverso y hermoso en medio de un entorno tan árido y agreste.

Posee bosque primario y una excelsa muestra de la geológica local en las rocas que se exponen a su entrada. Las características ecosistémicas son óptimas para el desarrollo de las actividades de investigación en varias ramas de la ciencia. Las actividades de ecoturismo son compatibles con el entorno.

La gama de colores que presentan los pozos, cascaditas, resaltos y aliviaderos naturales constituyen los encantos que ponen a soñar a los visitantes amantes de la naturaleza, los diferentes biotipos encontrados cada uno con su apariencia irrepetible, su textura y cromatologia, hacen del arroyo Aguas Blancas un lugar único y especifico. Como dice el profesor Augusto Orsini, allí los sonidos ambientales imponen su sinfonía.

Este cuerpo de agua es reconocido como reserva por sus valores ecológicos en el Esquema de Ordenamiento Territorial de Hatonuevo. Igualmente, fue declarado reserva privada bajo responsabilidad de Cerrejón LLC por ser un gran usuario de sus aguas. Por ser un lugar abierto, de baja valoración ciudadana y no tener controles específicos por parte de las autoridades, el frágil ecosistema del arroyo es permanentemente vulnerado por los transportadores ilegales de gasolina, que cuando se ven amenazados en su trayecto hacia el sur de La Guajira, se esconden dentro del lugar. Algunos almacenan combustible en él y otros la derraman cuando son encontrados por la policía.

Es hora de actuar para proteger este rico ecosistema local generador de vida. El Cerrejón tiene la responsabilidad ética de apoyar la gestión ambiental que desea iniciar Corpoguajira con las comunidades indígenas de Lomamato. Este lugar puede ser aprovechado como un jardín de historia natural, en donde la comunidad indígena tenga un papel preponderante en la conservación del ecosistema.



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