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Dom, May

La Revolución del empleo, debe continuar

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Cesar Arismendy Morales

Cesar Arismendy Morales

Columna: Reflexiones

e-mail: cesaridys@hotmail.com

Economista de la Universidad de los Andes y Licenciado en Ciencia Sociales de la Universidad Distrital de Bogotá. Cursó estudios de Planificación del Desarrollo Rural y Urbano en la Universidad de los Andes y en el Instituto de Estudios Sociales de La Haya Holanda. Igualmente estudios de maestría en Desarrollo Regional en la Universidad de los Andes y cursos de Ciencias Políticas en la Universidad de Minnesota - Estados Unidos.



El gobernador ha comenzado a reemplazar los alfiles que lo acompañarán durante el remate de la gestión administrativa del Plan de Desarrollo 2008 -2011, en el cual se hizo un serio compromiso para disminuir la pobreza y la indigencia, apoyando desde la región el cumplimiento de las metas del país frente a los Objetivos de Desarrollo del Milenio. El cambio de los actores, puede ser interpretado como la toma de un nuevo aire que se le da a la gobernabilidad, pero ello no deja de ser preocupante, ya que se puede perder la continuidad de la labor que se venía desarrollando desde las secretarías, en especial, en la de Desarrollo Económico.

Esta Secretaría he venido liderando diferentes procesos. Uno de ellos está relacionado con la Revolución del Empleo, que si bien ha tenido muchos traumatismos a su interior, no deja de ser una correcta y atractiva iniciativa para este periodo, en donde se requieren políticas públicas para fortalecer la generación de ingresos direccionados a los hogares y a las personas más pobres que se encuentran atrapadas en lo que se llama la “Trampa de la Pobreza”.

Una forma de salir de ella, es con el establecimiento de un proceso de desarrollo económico de carácter inclusivo, con enfoque diferencial y de derecho, que se convierta en el instrumento del rescate colectivo y servir para generar empleos e ingresos por encima de la subsistencia, que puedan invertirse para el futuro de los hogares empobrecidos y de sus miembros.

Durante el tiempo que le resta a la gestión gubernamental, la Revolución de Empleo debe ser el objetivo central del plan de actividades de la nueva Secretaria. Este programa merece seguir en funcionamiento y fortalecerse en su visión, ya que articula la oferta para el emprendimiento que ha estructurado la Gobernación de La Guajira como parte de la ejecución del Plan de Desarrollo en el eje económico. En él se resumen 18 iniciativas que se han gestionado para el fomento del empleo, pensando en el desarrollo económico de los jóvenes emprendedores, de los desplazados, de los hoy empresarios y también de todos aquellos que sueñan con serlo.

Sus herramientas están orientadas hacia facilitar el paso de la informalidad a la formalidad, el acceso a los servicios financieros, como créditos especiales y garantías complementarias, a la formación e incentivos de capitalización, a la asistencia técnica y al acompañamiento en la formulación de planes de negocios e implementación de los mismos. Una de las razones para insistir y afirmar que el programa si vale la pena, es que La Guajira está catalogada por el DANE como el departamento con el mayor nivel de subempleo subjetivo, es decir, que existe en nuestro territorio una alta población que vive del rebusque, mucha de ella, con formación superior y de maestría.

La otra razón complementaria nos la recuerda Amylkar Acosta, cuando afirma que el desempleo junto con las alarmantes cifras que en materia de pobreza, inequidad, concentración del ingreso y de desprotección social que hoy exhibe el departamento y país, constituyen la mayor lacra que tenemos que erradicar en estos tiempos con los recursos que se generan por la explotación del carbón y el gas.



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