La tranquilidad en la vía que conecta al municipio de Fonseca con el corregimiento de Conejo, sur de La Guajira, se quebró nuevamente tras el atentado contra el gestor de paz Plinio Zambrano Palencia, conocido como Curruco, exintegrante del antiguo frente 35 de las Farc.
Según las primeras versiones, el hecho se registró en cercanías al ramal que conduce a la vereda Hatico Viejo, donde pistoleros emboscaron el vehículo y dispararon en repetidas ocasiones. Aunque los impactos perforaron los vidrios laterales izquierdos, ni Zambrano ni los demás ocupantes resultaron heridos, situación que pudo ser una tragedia mayor.
Fundepaz y movimientos políticos guardan silencio tras la emboscada
A pesar de la gravedad del ataque, voceros de la Fundación de Desarrollo y Paz —Fundepaz—, organización con presencia en el corregimiento de Conejo, no han emitido ningún comunicado rechazando lo ocurrido o entregando detalles sobre la situación del gestor de paz. El silencio institucional ha generado inquietud entre las comunidades que esperaban un pronunciamiento temprano.
Silencio institucional incrementa la sensación de inseguridad regional
Las autoridades competentes aún no se han pronunciado oficialmente sobre el atentado, lo que mantiene un ambiente de incertidumbre en el sur de La Guajira. Este episodio se suma a otros hechos violentos recientes que vienen afectando la región y profundizando la percepción de riesgo entre sus habitantes, especialmente en zonas donde avanzan procesos de reincorporación y convivencia.