Riohacha acogió el conversatorio “La Guajira frente al espejo”, un espacio organizado por el Centro Cultural del Banco de la República, que reunió a voces locales e invitados internacionales para reflexionar sobre las implicaciones del recién concluido Foro Mundial sobre Migración y Desarrollo (FMMD). Escritores, académicos, empresarios y representantes sociales analizaron cómo este evento global impactó o no al Departamento.
El panel de experto estuvo integrado por Dalton Price, antropólogo y miembro de la Sociedad Guajira de Antropólogos, Andrés Boscán, periodista y director de proyectos de la Asociación Salto Ángel, Iván Alvear, empresario y presidente de ALTURC, Elismar Rojas, líder comunitaria y directora de la Asociación ASMIRED, y contó con la asistencias de comerciantes, organizaciones de la sociedad civil y académicos, quienes hicieron un análisis visto desde los diferentes puntos sobre el desarrollo del FMMD.
El encuentro permitió poner sobre la mesa una serie de reflexiones locales: desde la división del foro en espacios restringidos y abiertos al público, hasta el impacto real en la economía turística y la manera en que Riohacha se mostró al mundo como anfitriona. También se discutió el papel de la migración en La Guajira, sus retos en empleo, vivienda y cohesión social, y la ausencia de compromisos concretos por parte del Gobierno Nacional, lo que dejó un balance con luces y sombras sobre lo que significa para el departamento acoger un evento de talla internacional.

Uno de los temas recurrentes fue la segmentación del foro en áreas diferenciadas: la green zone (zona verde – ware) abierta a la comunidad, y la blue zone (zona azul – putchipuu) reservada para delegados internacionales. Aunque esto generó críticas por la falta de acceso ciudadano, algunos participantes señalaron que era entendible que las conversaciones diplomáticas se mantuvieran en un espacio más cerrado. El contraste, sin embargo, evidenció la tensión entre lo global y lo local.
Una ciudad que se mostró al mundo
Los panelistas indicaron que pese al escepticismo inicial y ambiente que se percibía en la ciudad, voces asistentes destacaron que, Riohacha logró proyectarse con calidez y hospitalidad. Desde el personal logístico hasta la comunidad que acompañó las actividades paralelas, se resaltó la disposición de la ciudadanía. “He participado nueve años en estos foros y nunca había sentido un recibimiento tan cercano como en La Guajira”, expresó uno de los delegados internacionales.
Resaltaron el involucramiento de la ciudad, desde muestras culturales hasta actividades en hoteles y espacios públicos, lo que permitió que los visitantes vivieran la “magia guajira”. Sin embargo, también se advirtió que la crítica más dura suele venir desde adentro, con sectores locales que tienden a minimizar los logros.
Turismo y economía: luces y sombras
El impacto económico fue otro punto de debate. Aunque algunos hoteleros reportaron ocupaciones de hasta el 25%, otros sectores señalaron que no se alcanzó el potencial esperado. Se calcula que unas 1.500 personas participaron directamente en el foro, generando movimiento en hoteles y restaurantes, aunque sin un efecto masivo en el comercio.
Para varios empresarios, el reto está en articular mejor el sector turístico con la agenda internacional: “El gobierno genera condiciones, pero quien vende el territorio es el empresariado local”, apuntó Iván Alvear, quien indicó que en los próximos días el gremio de empresarios estará ofreciendo un informe más completo sobre el impacto generado a nivel económico y comercial.