La fecha reconoce la labor de los profesionales que diseñan espacios funcionales, sostenibles y estéticamente innovadores en todo el país.
Cada 27 de octubre, Colombia celebra el Día del Arquitecto, una jornada dedicada a reconocer la labor de quienes contribuyen al desarrollo de ciudades más habitables, sostenibles y estéticamente atractivas.
La fecha destaca el papel de los arquitectos en la planificación urbana, la conservación del patrimonio y la creación de espacios que mejoran la calidad de vida de la comunidad.
Reconocimiento a la profesión
La arquitectura en Colombia ha evolucionado de la mano de los desafíos sociales y ambientales, incorporando soluciones innovadoras en vivienda, infraestructura pública y proyectos sostenibles. En este contexto, los arquitectos desempeñan un rol clave no solo en la construcción de edificaciones, sino también en la integración de espacios verdes, movilidad urbana y diseño inclusivo.
Además, el Día del Arquitecto busca promover la valoración de la profesión entre los ciudadanos y generar conciencia sobre la importancia de un entorno construido que respete la historia, la cultura y el medio ambiente. Diversos colegios de arquitectos y universidades realizan actividades académicas, exposiciones y conferencias para resaltar los logros de los profesionales en todo el territorio nacional.
Impacto social y desarrollo urbano
La labor de los arquitectos trasciende la estética; sus diseños influyen directamente en la calidad de vida de las personas, la seguridad, la accesibilidad y la sostenibilidad de los entornos urbanos y rurales.
Cada proyecto representa un equilibrio entre funcionalidad, creatividad y respeto por el entorno natural y cultural.
En esta jornada, se reconoce especialmente a los arquitectos que, mediante innovación y compromiso social, contribuyen al desarrollo sostenible de Colombia, fortaleciendo la identidad de las ciudades y la conexión de los ciudadanos con sus espacios cotidianos.
Perspectiva hacia el futuro
El Día del Arquitecto también invita a reflexionar sobre los retos que enfrenta la profesión en el país, como el crecimiento urbano acelerado, la gestión ambiental y la planificación de ciudades resilientes ante el cambio climático.
La celebración reafirma la importancia de la arquitectura como motor de transformación social, cultural y económica en Colombia.
“Santa Marta crece, pero no siempre con rumbo”: Arquitecto
En charla con EL INFORMADOR, el arquitecto y columnista Erick del Castillo hablo acerca del crecimiento de Santa Marta en cuanto a infraestructura y entregó su opinión al respecto.
“La bahía más hermosa de América vive una transformación acelerada, pero desordenada, donde el progreso muchas veces se confunde con improvisación. En medio de ese caos urbano, el arquitecto surge como una figura indispensable: el profesional que puede equilibrar el desarrollo con la identidad, la modernidad con la memoria, el cemento con el paisaje natural”.
Urbanismo con propósito
Del castillo tambien agregó que, “el urbanismo no es solo trazar calles ni levantar edificios; es diseñar escenarios para la vida.
Santa Marta requiere una visión urbana que entienda su geografía única: entre el mar y la Sierra, cada decisión de construcción afecta el ecosistema, el patrimonio histórico, el comercio, la actividad agraria, las exportaciones e importaciones y la calidad de vida”.
En cuanto a la responsabilidad de la arquitectura, Erick agregó que, “el arquitecto tiene la responsabilidad de pensar la ciudad como un todo, de articular espacio, función y belleza en beneficio humano y urbano”.
Planificar antes de construir
“El crecimiento desordenado de la ciudad es una muestra lo que ocurre cuando se construye sin planificación, o incluso bajo los parámetros de una planificación equivocada como es el caso de POT actual, que a pesar de decir mucho no le aporta resultados positivos al futuro desarrollo y a la planificación con responsabilidad política de la ciudad”, puntualizó Del Castillo.
En cuanto a planificación, el arquitecto señalo que “planificar el territorio no es frenar el desarrollo, sino dirigirlo con sentido.
La participación de arquitectos en la formulación de planes de ordenamiento, vivienda y espacio público no puede seguir siendo opcional; es una obligación con carácter de urgencia y ya esta demostrado que la visión no es la realidad.
Cada metro mal ubicado hoy se convierte en un problema mañana: inundaciones, movilidad colapsada, deterioro ambiental. El arquitecto debe ser parte activa de las decisiones públicas, no un espectador del desastre urbano”.
La estética como valor social
Del castillo afirmó ademas que, “la estética urbana no es un lujo, es una forma de educación ciudadana.
Una ciudad bien diseñada transmite respeto, pertenencia y armonía.
Santa Marta necesita coherencia visual: integrar su herencia colonial con su carácter caribeño y su vocación turística. Cada muro, parque y luminaria debe hablar de identidad, no de improvisación.
El arquitecto, más que un diseñador, es un guardián de la belleza colectiva”.
En este orden de ideas, Erick compartio sunopinion acerca de el retos mas grandes del siglo XXI para su profesion y destacó principalmente la sostenibilidad.
“El arquitecto también debe ser ambientalista, ecologista y por su puesto proyectista.
Diseñar con conciencia ecológica es pensar en materiales locales, ventilación natural y energías limpias, uso sustentable de los recursos que son bien escasos.
Santa Marta tiene la oportunidad de convertirse en ejemplo de urbanismo sostenible, pero solo si las decisiones se toman desde el conocimiento técnico y no desde la urgencia política”, afirmó.
El profesional finalizó haciendo una invitación a repensar la ciudad ‘dos veces santa’.
“El futuro de Santa Marta no se construye solo de un plumazo en un documento de mil páginas, es con la definición detallada de cada manzana, barrio, comuna y ciudad -región.
El arquitecto no es un lujo estético, es una necesidad social.
Incluirlo en la planeación urbana es invertir en orden, identidad y bienestar.
Porque construir no es solo levantar muros:
*es diseñar el escenario donde la vida ocurre como una película que siempre tendrá una historia que contar a futuro”.
Comparte: