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Lun, Oct

Qué esperamos del nuevo gobierno

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Jesús Iguarán Iguarán

Jesús Iguarán Iguarán

Columna: Opinión

e-mail: jaiisijuana@hotmail.com

El país ya va a cumplir setenta años sin saber lo que es un gobierno dictatorial, la próxima semana entrará a gobernar supuestamente un nuevo régimen que probablemente se rija por el lado del izquierdismo y desconozca la voluntad popular que ganó con retórica y homérica lucha, mereciendo los aplausos del pueblo que con entera fe creyó en su programa de gobierno.

La situación actual del país es de la más alarmante gravedad, y que ha llegado el momento en que el nuevo gobierno adopte medidas supremas de las cuales penden la suerte y el porvenir de la República.

La prosperidad económica de un país no se improvisa ni se crea por ensalmo, el nuevo presidente debe tener presente que el poder no es una alegoría, tampoco de una dádiva graciosa ni una investidura honorífica; es una gran carga que impone Dios interviniendo la voluntad popular.

El país se encuentra en entera libertad y lógicamente así se debe sustentar, no imponiendo normas que lastime el bolsillo de los colombianos de a pie y ahuyente el capitalismo dando más importancia al aumento de sus ingresos privados que a la moralidad pública. En países como Venezuela, Argentina, Perú y muy probablemente Brasil ese modelo de gobierno ha llegado a convertirse en importante factor de inestabilidad política que ha llevado al pueblo a una situación de alarmante desequilibrio.

Las entidades que tienen por norma resguardar el fisco nacional deben celosamente cuidar con integridad los ingresos estatales, por la inflación que se encuentra con dos dígitos y sino se llega a detener será imposible detener la prolongada tempestad económica que se le viene al país y si a éste sumamos la devaluación persistente e infrenable de nuestra moneda, llegará el momento en que pierda su valor y tenemos que acudir al amparo de la moneda de otro país, como le sucede a nuestros vecinos venezolanos que acabó con su moneda por carecer de valor, doctrina disociadora que la ha dejado una historia entera desbaratada a cañonazos  llevado al más alto nivel de abatimiento.

Al parecer el gobierno de Petro empezó a poner sus primeros pasos a la reconquista de los poderes de la democracia, luego que se posicione tendrá dominio sobre el poder legislativo y el ejecutivo, pues los presidentes de ambas cámaras pertenecen al Pacto Histórico, partido que lo llevó al poder, solo falta que magistrados, jueces, fiscalía, contraloría hagan parte de su equipo e inicie un planteamiento de gobierno diferente al que lo llevó al poder.

Como se están manejando las cosas, nos encontramos cerca de un torrencial corriente no está lejos de llevarnos a la inopia. Ya hemos vivido la experiencia con nuestros vecinos que su gobierno ha puesto al pueblo de rodillas generándoles un modo de vida tan paupérrimo que lo ha obligado a adoptar por abandonar su país buscando el piadoso anhelo de sociedad y una vida cada vez más humana.

Esperemos que el nuevo gobierno no adopte medidas que vayan en detrimento de destruir la nación sino en acrecentar el progreso, para que Colombia se sienta tranquila en espera de un porvenir lleno de paz y de justicia y no se le aplique medidas que lleven al pueblo a la puerta del sepulcro. Eso es lo que esperamos del nuevo gobierno